En El Salvador muchas personas padecen de epilepsia sin saberlo

Cualquier persona puede padecerla, y existen muy pocos conocimientos sobre los síntomas, tratamientos, y formas de controlarla, además de la dificultad que enfrenta el paciente de llevar una vida normal, en una sociedad que discrimina a quienes la padecen.

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Según especialistas una persona que tiene dos o más crisis convulsivas cumple el criterio de ser tratado por epilepsia.  

/ Foto Por EDH

Por Violeta Rivas

2016-11-14 9:00:00

En El Salvador solo hay cinco epileptólogos, por eso la mayoría de pacientes diagnosticados con la enfermedad son tratados por un neurólogo. Y  en el sistema de salud pública un paciente debe esperar meses para recibir atención especilizada. 

En el país, los neurólogos se han especializado en el tratamiento y diagnóstico de la epilepsia, como resultado de tratar frecuentemente a estos pacientes, dijo Samuel Ayala, neurólogo especialista en el tratamiento de la enfermedad.

Ayala  explicó que los pacientes epilépticos pasan hasta nueve meses esperando una cita en un hospital público, cuando la atención debe ser inmediata.  

“A mi me interesaría ver al paciente lo más rápido que se pudiera, no dentro de seis o diez meses. Si una persona puede atenderse en dos o tres días, no más de una semana, entonces estaría más que bien podérsele completar su diagnóstico”, opinó Ayala.

Otro de los problemas que afronta El Salvador es que carece de un registro  oficial sobre la población total que padece de epilepsia; muchas de estas personas no están en tratamiento e incluso desconocen que la padecen. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que  alrededor de 50 millones de personas padecen epilepsia a  nivel mundial, lo que la convierte en la causa neurológica de defunción más común.

Además explica que cerca del 80% de los de las personas con epilepsia viven en países de ingresos bajos y medianos, y alrededor de tres cuartas partes de esa población no reciben el tratamiento.

La Fundación Mensajeros y Peregrinos con Jesús (MPJ) ha creado una clínica benéfica para el tratamiento de pacientes con epilepsia; como parte de su trabajo necesitaba registros locales,  pero hasta el momento solo cuentan con un informe del Ministerio de Salud de 2007, que reportaba que había 39 mil epilépticos en el país. 

La clínica brinda ayuda a personas de escasos recursos que padecen la enfermedad, por eso han creado una fundación que además funciona como banco de medicamentos, para personas que tienen medicinas para la epilepsia y han cambiado de tratamiento, la fundación la recibe para entregarla a otros pacientes. Además realizan charlas donde abordan temáticas de interés para personas con epilepsia y sus familiares. 

Representantes de la fundación opinan que esa no puede ser la cifra actual, y ellos estiman que unas 360 mil personas sufren actualmente la enfermedad en El Salvador.

La OMS advierte que  padecer epilepsia también  ocasiona que el paciente sufra de discriminación y estigmatización, “y  por esa razón es que ocultan el padecimiento”, explica Fredy Martínez, presidente de MPJ.

“Aunque no sean discapacitados, la marginación la tienen, si yo llego a solicitar un trabajo a una empresa, y padezco de epilepsia, y otra persona llega a pedir el mismo empleo y no padece la enfermedad, y tenemos la misma competencia, ¿a quién contratarían?”, expuso Martínez.

Luego agregó  que no existen suficientes especialistas que atiendan a los pacientes.

 “Fuimos al hospital Bloom y no tienen el dato específico de cuántos pacientes de epilepsia tienen, sino (datos de) todos los pacientes que atienden en Neurología”, dijo. 

Los médicos en general tienen la capacidad para poder identificar la enfermedad, “el punto es que existen unos tipos de epilepsias, que por la característica de los síntomas, son  más difícil de identificarlas” comentó Ayala.

Martínez por otra parte menciona que la Liga Española de Epilepsia reporta que en los países desarrollados se tardan de cinco a 10 años para diagnosticar la enfermedad, porque no hay muchos especialistas, y los médicos generales proporcionan otro diagnóstico

Al alto costo de las consultas se suma a la problemática económica La consulta en una clínica particular ronda entre $40 y $60 dólares, y los  tratamientos van desde un medicamento que puede costar $30.00 hasta otros de $150. 00, según sea el diagnóstico del paciente, comentó Ayala.

360,000 epilépticos hay en El salvador, asegura la fundación MPJ, y muchos de ellos desconocen que la padecen. ?

Síntomas y tratamiento

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica y se caracteriza por convulsiones recurrentes, explica la OMS. 

Estas convulsiones son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden afectar a una parte del cuerpo (convulsiones parciales) o a su totalidad (convulsiones generalizadas) y a veces se acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres. “Como las que estamos acostumbrados a ver, que se tiran al piso, que se enrollan, que se muerden la lengua, que se hacen pipi, y que hacen cierto tipo de movimientos característicos, rigidez, flacidez”,  expone Samuel Ayala. 

El neurólogo además comenta que una persona con epilepsia puede presentar síntomas visuales, auditivos, y sensoriales, entre ellos citó algunos ejemplos como adormecimiento de un brazo o una pierna, escuchar sonidos, ver objetos que se aparecen en la luz, y sensación de presión en la boca del estómago. 

“Estos síntomas posteriormente se van propagando, y se puede decir que contamina otras áreas del cerebro, que es cuando se da la pérdida del estado de alerta, y es cuando se dan otro tipo de crisis, más generalizadas”,  dijo Ayala. 

En cuanto a los tipos de epilepsias una es la hereditaria, y otra adquirida, explica el neurólogo especialista.

Luego citó varios ejemplos de pacientes que pueden padecerla, entre ellos los recién nacidos diagnosticados con hipoxia perinatal (el robo de oxígeno que tiene el bebé cuando va naciendo), el bajo peso del bebé, o que le cueste llorar y respirar al momento de su nacimiento. 

Además de las enfermedades de los primeros días de nacido, que pueden propiciar al desarrollo de la enfermedad, entre ellos meningitis y la infección sistémica, explicó el médico. 

Otras personas que pueden presentar la enfermedad son los pacientes con tumores cerebrales, y los diagnosticados con neurocisticercosis, conocida comúnmente como el parásito del cerdo, que tiene una alta incidencia de casos en nuestro país, principalmente en la población joven, añadió el especialista. 

En los adultos, pueden padecerla quienes hayan tenido problemas cerebrobasculares, traumas craneoencefálicos (golpes en la cabeza) y derrames cerebrales. 

Las personas con epilepsia responden al tratamiento en aproximadamente un 70% de los casos, según la OMS.  

El neurólogo especialista opinó que con un tratamiento adecuado las personas pueden tener una vida medianamente normal. 

Martínez informó que la Fundación Mensajeros y Peregrinos con Jesús atiende en su mayoría a niños y adultos mayores de escasos recursos, que padecen la enfermedad, y que por muchas razones no encuentran atención en el sistema de salud pública del país. 

La entidad benéfica nació en el 2012, y en ese momento no conocían la dimensión del problema hasta que pudieron observar cómo se presenta la enfermedad en niños, lo que manifestaron como “cuadros dramáticos de epilepsia”. 

La clínica tiene un equipo multidisciplinario, ya que la persona con el padecimiento pueden tener otro tipo de enfermedades, como en el caso de las crisis de epilepsias por tumores cerebrales. 

Actualmente cuentan con 10 especialistas, que atienden a pacientes que además de la epilepsia padecen otras enfermedades.

Para ser atendidos en la clínica de la fundación MPJ es necesario solicitar una cita al teléfono 2260-6514. Además, cada último sábado de mes imparten charlas para pacientes y familiares donde tratan temáticas de interés, en el parque El Talapo, de 3:00 p.m. a 5:00 p.m. 

“La fundación no viene a sustituir a los hospitales, nosotros somos solo un paliativo para la gente que no tengan acceso a los servicios”, Fredy Martínez, presidente de Fundación MPJ.