CEL ejecuta seis contratos para seguir obras que dejó Astaldi en El Chaparral

La anterior gestión de la autónoma pagó $108.5 millones por una obra inconclusa y ahora los contratos firmados ascienden a los $106.5 millones

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La empresa salvadoreña Dycsa está haciendo trabajos de construcción en la zona de casa de máquinas.

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Juan José Morales

2016-07-03 6:46:00

La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) ejecuta seis contratos para continuar con la construcción de la represa El Chaparral, un proyecto de  generación de energía por el que el anterior gobierno terminó pagando $108.5 millones a la constructora italiana, pese a que dejó abandonados los trabajos.

Lo que se pagó, según la oposición política, no correspondía a las obras realizadas e incluso denunció que hubo un sobreprecio de $28.5 millones que CEL pagó a la firma italiana, la cual ya había recibido casi $80 millones anticipadamente, lo cual hace un total de $108.5 millones.

El expresidente Mauricio Funes defendió ese millonario arreglo por una obra inconclusa, diciendo que fue “para evitar un arbitraje internacional que le pudo salir más caro al país”.

Debido a esto, a finales de 2014, la Fiscalía General inició un proceso de investigación que incluso obligó a realizar un peritaje en el sitio de las obras, algo que demoró casi un año.

Sin embargo, esta investigación de la Fiscalía no ha dado resultados a la fecha. Incluso, el actual Fiscal General, Douglas Meléndez, dijo que el caso lo encontró “engavetado” y que iniciarán de cero el análisis del proceso para confirmar si hubo posibles delitos en el pago de CEL a Astaldi, en la elección del sitio de la represa y otros aspectos técnicos.

Pero luego de que CEL hizo ese pago multimillonario, ahora la autónoma necesita fondos para ejecutar obras, según ha dicho el gobierno.

La actual administración de CEL ha retomado el proyecto de la presa bajo una nueva modalidad de múltiples contratos para evitar los problemas que generó el anterior esquema “llave en mano” con Astaldi, el cual obligaba al contratista a ejecutar el 100 % de la obra con los precios acordados, es decir que impide que haya incremento de precios o pago adicionales.

Según información consignada en el portal de transparencia de la CEL, actualizada hasta el 30 de mayo pasado, los contratos otorgados por la institución autónoma para seguir con la megaobra suman $106.5 millones, todos financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). 

El más caro es el del suministro y montaje de los equipos electromecánicos de la central hidroeléctrica, en especial la turbina que generará más de 60 megavatios de energía.  Esta se encuentra en etapa de diseño por la firma rusa Tyazhmash, a un monto de $62 millones, algo que la CEL no descartó porque implicaba construir una nueva casa de máquinas, algo que encarecería la obra.

“La turbina es uno de los aspectos más delicados del proyecto, pero para utilizar la obra civil que se dejó y no descartar algo que ya está construido se decidió mantenerla, eso genera una reducción importante de costos”, dijo recientemente el presidente de CEL, David López,  a El Diario de Hoy.

Sobre este punto, un contrato complementario es el de la estructura de la casa de máquinas, una parte de la obra civil que no realizó Astaldi SpA.  Esto se adjudicó a la firma salvadoreña Diseño y Construcciones Civiles S.A. de C.V. (Dycsa) a un monto de $9.9 millones y ya se encuentra en ejecución, constató El Diario de Hoy hace más de un mes.

También hay que destacar que se licitó y adjudicó el suministro de concreto hidráulico a otra firma salvadoreña: Holcim Concretos. El monto asciende los $2.9 millones, indica el portal de la CEL.

Se debe recordar que El Chaparral se ha retomado con la participación de empresas nacionales, ya que, según López, existe “suficiente capacidad” de ejecutar las múltiples obras que contempla una hidroeléctrica y le da más capacidad a la CEL de controlar a sus contratistas.

Sin embargo, la supervisión externa del proyecto está a cargo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), ente homólogo de CEL. Además se ha firmado un convenio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México para que administre un aproximado de 30 contratos que se firmarán entre la autónoma y las diversas empresas constructoras.

Los otros dos contratos importantes que también ya adjudicó la CEL son los del suministro y montaje de los equipos hidromecánicos de vertedero y la tubería forzada (paso de aguas) de la presa. Esto se ha adjudicado a un monto de $8.9 millones a la constructora Disa S.A. de C.V. 

Esta firma también se encargará de los conductos de desvío del río Torola, es decir las tuberías que llevarán el agua a las turbinas del proyecto. Para ello CEL pagará $8.9 millones, indica su portal de transparencia.

El último servicio que se adjudicó es el del suministro de materiales para la línea de transmisión de la energía que generará El Chaparral hasta la Central Hidroeléctrica 15 de Septiembre a un monto de $3.9 millones, siempre con fondos del BCIE. La empresa que estará a cargo de esta obra es Ingeniería Asociada S.A. de C.V.

Según explicó López, CEL pretende aprovechar el invierto para hacer varias obras civiles mientras termina de diseñar el nuevo dique de la presa, el cual estará 670 metros aguas arriba del río Torola para evitar los problemas en el margen derecho de la montaña, los cuales dieron origen al conflicto entre la autónoma y Astaldi.

Antes de todos estos contratos, CEL ya había adjudicado, a finales de 2015, la segunda fase de estudios geológicos y geotécnicos para el diseño de El Chaparral, vía contratación directa. Para ello se eligió a la firma salvadoreña Rodio Swissboring a un monto de $232,405, según el portal de compras gubernamentales Comprasal.

Según las cifras iniciales de la autónoma, El Chaparral terminaría costando casi $290 millones. Pero hace falta que la autónoma defina varios aspectos, sobre todo los relacionados con el dique y obras complementarias, algo que podría hacer variar el presupuesto.

CEL espera que el proyecto concluya a finales de 2017 para que el primer semestre de 2018 esté generando energía eléctrica para la red nacional.