Aunque se suele hablar de que los profesores son objeto de violencia nada se dice de cómo éstos se vuelven víctimas de acoso por parte de aquellos a quienes tratan de educar: los estudiantes.
Un reciente Diagnóstico de la Violencia en Centros Educativos de Nivel Medio, realizado por estudiantes de postgrado de la Universidad Evangélica de El Salvador, deja en evidencia que el profesor ya no es aquel profesional que está en alta estima dentro de los centros educativos, tal como ocurría en el pasado.
El estudio, realizado entre mil 200 alumnos de 15 centros educativos de Educación Media de todo el país, subraya que el 11.27 % han conocido cómo algún compañero ha amenazado al profesor para intimidarlo.
De acuerdo a las cifras del estudio un 10.62 % reportó que más de un educador ha sido objeto de sus burlas por la preferencia sexual .
Igual destaca el hecho de que los alumnos les envían a los maestros mensajes o les llaman para burlarse u ofenderlos, tal como testimonia el 7.43 % de los entrevistados.
Las cifras de la investigación también ponen en evidencia que hay casos en que los alumnos se han burlado de una docente por ser mujer (5.2 %), han golpeado a un profesor fuera del instituto (2.76 %) e incluso dentro del centro educativo (2.59 %).
El estudio plantea que ahora el docente está vulnerable porque es percibido como un oficial de segundo orden que por distintas circunstancias está impedido de actuar ante sus alumnos.
Recientemente dirigentes de gremiales del magisterio explicaron que los educadores tratan de limitarse a dar sus clases para evitar confrontaciones con los alumnos, considerando que algunos pertenecen a las pandillas.
“El respeto y la confianza mutua se han perdido. Ante un docente que consideran débil y pusilánime, el estudiante es desafiante y toma una actitud amenazante”, plasma la investigación, en la que se citan testimonios de alumnos y educadores.
“Hay profesores que no tienen mucha autoridad sobre los alumnos entonces ahí los alumnos actúan a aprovecharse de los profesores”, comentó un estudiante.
Mientras un educador de la Libertad señala que “Gracias a Dios estamos contando el chiste, porque si ya nos han amenazado, a mí ya me han amenazado de muerte… El año antepasado me le metieron un cuchilla a la llanta de la camioneta… me pusieron unos rótulos con spray en la puerta de la camioneta”.