La sentencia del juicio contra Maurice, un gallo denunciado por cantar “demasiado temprano”, será conocida el 5 de septiembre. Ayer fue celebrada la audiencia en el tribunal de Rochefort, suroeste Francia.
Maurice no estuvo presente en la audiencia; tampoco sus denunciantes, una pareja de jubilados y vecinos suyos durante las vacaciones que pasan en la isla de Oléron.
Los jubilados basan su queja en que el animal emite sonidos muy molestos a tempranas horas del día y ellos, quienes viven en la ciudad, llegan a la isla de Oléron a pasar sus vacaciones, en busca de tranquilidad.
Corinne Fesseau, criadora del animal, argumenta que los alegatos de la pareja de jubilados son banales y sin sentido, teniendo en cuenta que ellos no viven en la región, apenas una corta temporada. “Vienen dos veces al año a la isla”, expresó a una televisora local.
En ese sentido Maurice enfrenta el cargo de perjuicio sonoro.
Para el abogado Vincent Huberdeau, quien representa a los demandantes, no es un juicio de “ la ciudad contra el campo. Es un problema de perjuicio sonoro. El gallo, el perro, la bocina, la música… se trata de un dossier sobre el ruido ” .
Saint-Pierre de Oléron tiene “ casi 7 000 habitantes en invierno y 35 000 en verano”, argumentó. “Mis clientes viven en una zona clasificada residencial en el Plano Local de Urbanismo. ¡No es el campo! ” , dijo.