Susana Polío es una salvadoreña que reside en España desde hace nueve años y en todo ese tiempo solo había visto caer unos copos o había visto desde Madrid la sierra nevada. Pero el jueves, experimentó no solo su primera nevada, sino que una que no se repetía desde hacía varias décadas en la nación europea.
“Al principio me sentí un poco preocupada porque el jueves que comenzó a nevar yo salía de trabajar y había tomado el último autobús para mi casa. Caía demasiada nieve y esta se acumulaba en calles y aceras”, describe Susana.
Eran las 7:30 de la noche cuando se trasladaba hacia casa, dice la compatriota, y si bien le emocionaba experimentar una nevada en toda su dimensión, le preocupaba que el autobús quedara atrapado como habían quedado muchos vehículos.
“Mucha gente quedó atrapada en los carros anoche (del viernes pasado) y Cruz Roja los ha estado atendiendo.
Mucha gente quedó atrapada en las oficinas de sus trabajos porque solo el metro estaba operando y ya no pudieron trasladarse a sus hogares”, relata.
Susana trabaja de cuidadora de niños en Madrid y viaja de lunes a viernes desde Ciempozuelos, distante 45 minutos en tren.
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Ayer, dice, los trenes y autobuses estaban suspendidos, y contaba que el ministro de Transporte de España había informado que se preveía que nevara hasta hoy; sin embargo, las clases se mantenían suspendidas para lunes y martes.
“Nos están recomendando salir de casa solo si es necesario. Yo desde mi piso veo cómo la nieve ha cubierto todo. Yo solo salí para jugar un rato con la nieve. Ya había planificado ir a la sierra para hacer eso pero por la pandemia no había podido. Pero hoy la nieve vino a mi”, contó.