El Gobierno de Argentina perdió el control del Senado en las elecciones del domingo, pero esa derrota electoral no necesariamente puede significar el fin del kirchnerismo, acostumbrado a resurgir de los fracasos, consideró el analista Marcelo Longobardi.
En un encuentro con la cadena CNN, Longobardi explicó que lo importante de los resultados de las elecciones de medio término en Argentina además de que el Gobierno deberá terminar sus dos años de mandato sin control legislativo, es el futuro de ambas coaliciones, es decir, quién se alzará con el control, si se puede considerar así, de ambas fuerzas mayoritarias de cara a las presidenciales de diciembre de 2023.
“El resultado no cierra el debate por el poder, sino que lo abre. Tiene importancia por el resultado, por el destino de las coaliciones. Esta no es una elección presidencial, a Alberto Fernández (presidente) le quedan dos años por delante. Nos presenta un dilema muy complejo: la pregunta es quién va a gobernar Argentina, con qué alianzas, con qué rupturas”, dijo.
La coalición gobernante peronista de izquierda el Frente de Todos está conformada por los seguidores de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y los del presidente Alberto Fernández.
"Hay otras cuestiones en juego: la unidad del oficialismo conformada por la señora de Kirchner, el peronismo clásico que actúa en provincia y el pequeño grupo de Fernández. ¿Van a mantenerse unidos o esa coalición enfrenta divisiones en el futuro?”, se preguntó el analista.
En ese sentido, para Longobardi, aunque a simple vista la derrota del oficialismo puede significar “el fin de una época”, también puede representar un nuevo levantamiento de esa corriente política que ha estado presente en Argentina las últimas dos décadas en referencia al kirchnerismo.
“Cuando el oficialismo (argentino) tiene dificultad para reconocer una derrota no es un error, es un plan. Estamos en presencia de una postura política frente a la derrota que pasó cinco veces con éxito. Cristina Fernández perdió cinco veces y es como que sigue aun en la derrota organizando la política en la Argentina”, dijo el analista sudamericano.
Desde 2007, Cristina Fernández ha ganado dos elecciones y ha perdido 5 entre las de medio término y presidenciales, recordó el analista.
¿Macri, candidato en 2023?
En la oposición conservadora Juntos por el cambio, Longobardi vaticina algo similar, en este caso enfocado en el candidato presidencial para 2023.
“Lo mismo ocurre en la coalición opositora; ¿quién la encabeza? ¿Un Horacio Rodríguez Larreta (jefe de Gobierno de Buenos Aires), sería el candidato presidencial? El expresidente Mauricio Macri que está muy activo. Tengo la impresión de que no ha abandonado la idea de competir. Y la Unión cívica radical que pretende disputarle al macrismo el protagonismo”, enumeró el analista.
Aunque el presidente Fernández llamó a la oposición al diálogo para gobernar lo que resta de mandato, Longobardi no ve un escenario real de acuerdo futuro.
“Parece imposible. Los acuerdos, los consensos los firman los halcones, no las palomas. Eso ocurrió en Argentina entre marzo y abril de 2020 durante la pandemia. Alberto Fernández y Rodríguez Larreta intentaron un camino por el medio, mucha gente vio en esa confluencia los sectores más moderados, pero un acuerdo que fue dinamitado, ese consenso sanitario, ¿Por quiénes? Por los halcones de ambas coaliciones, quienes siguen a Macri y a Fernández de Kirchnner”, dijo Longobardi.
Por eso, el analista cree que estos resultados dejan abierta la puerta para muchos cambios en la política argentina, la cual hoy por hoy ve además de polarizada, fragmentada.