“Maté a la mujer que amaba”, dijo David Pomphret cuando se presentó a un tribunal de la Corona de Liverpool por haber asesinado a su esposa Ann Marie. El hombre alegó que estaba cansado de sus constantes burlas y críticas; finalmente perdió el control y acabó brutalmente con su vida.
David, quien se dedica a la informática, golpeó con una palanca la cabeza de su esposa hasta acabar con su vida. Según medios internacionales el hombre la golpeó más de 30 veces.
Al parecer la pareja vivía un violenta relación. Ann generalmente insultaba a su esposo y se burlaba por padecer de disfunción eréctil.
El día del asesinato los esposos estaban en el establo haciendo unas reparaciones, cuando empezaron a discutir. Ann incluso empezó a criticar a su hija.
“Llamó a a mi hija Meg una escoria gorda. No le gustó la ropa que llevaba puesta. Demasiado corta, demasiado reveladora. Gritaba que yo era un padre de mierda, porque alenté a Meg a salir el sábado por la noche”, dijo entre lágrimas David.
Asimismo dijo “ella se quejaba de mí por ser un mal padre, llamándome inútil. Me llamaba débil porque tengo disfunsión eréctil. No estaba funcionando muy bien. Marie estaba furiosa en este punto, absolutamente furiosa. Luego me abofeteó en la cara”.
Las hirientes palabras parecen haber sido la gota que derramó el vaso y David perdió el control, agarró una palanca y la asesinó. El hombre asegura no recordar nada; sobre el hecho indicó que cuando volvió en sí solo recuerda verse de pie junto al cuerpo de su esposa y tener sus manos manchadas de sangre.
Las autoridades dictarán una sentencia, sin embargo los mismos fiscales describieron a David como un hombre tranquilo quien fue diagnosticado con trastorno de personalidad autista. Dijeron que David sufrió los abusos por parte de su esposa, quien padecía de depresión.