La Policía vuelve a reprimir a los manifestantes que salieron a las calles de Hong Kong
Los manifestantes piden al Ejecutivo que retiren por completo el proyecto de ley de extradición -hasta ahora suspendido-, lleve a cabo una investigación independiente sobre el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía así como reformas democráticas.
La Policía volvió a reprimir a los manifestantes que salieron de nuevo este domingo a las calles de Hong Kong para protestar, en dos escenarios diferentes, contra el Gobierno local y reclamar reformas democráticas.
Alrededor de las 19.00 hora local (11:00 GMT) los manifestantes se dispersaron por su propio pie tras lanzar huevos a la fachada de una comisaria situada en la bahía de Tseung Kwan O, escenario de la primera marcha, pero apenas unos minutos después los agentes comenzaron a lanzar gas lacrimógeno a quienes se habían reunido en algunas zonas de la isla de Hong Kong.
Precisamente allí está situada la Oficina de Enlace -órgano oficial que representa a Pekín- que las fuerzas de seguridad trataron de salvaguardar a toda costa.
Los manifestantes intentaron llegar a la Oficina, custodiada por enormes barricadas, pero se quedaron a unos 200 metros y muchos decidieron dar la vuelta para evitar ser arrestados.
La zona que rodea el complejo fue escenario de los enfrentamientos entre policías y activistas que el domingo pasado dejó 44 detenidos, a los que se suman los más de veinte que se produjeron en la madrugada del sábado por “reunión ilegal” y “provocar altercados”.
Pasadas las 20:00 (12:00 GMT), algunos manifestantes levantaron barricadas en Hennessy Road obligando a los autobuses a buscar una ruta alternativa para completar sus trayectos, y otros ocupaban calles en varios distritos llamando a la huelga general convocada para este lunes.
La jornada de protestascomenzó a las 14:30 hora local (06.30 GMT), cuando una multitud -150.000 personas, según los organizadores- recorrió un kilómetro y medio de distancia cantando consignas como “En Hong Kong no hay alborotadores, solo una tiranía”.