El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, nominará al experto en asuntos internacionales Antony Blinken como secretario de Estado para su administración. Este cargo es equivalente al de canciller.
Blinken, de 58 años, ha sido uno de los principales asesores de asuntos exteriores y política internacional del presidente electo, quien le ha dado el espaldarazo a menos de dos meses de tomar posesión del cargo.
Este nombramiento supone una partida del estilo internacional de Donald Trump, quien en sus casi 4 años de gobierno ha priorizado relaciones bilaterales y un enfoque agresivo o transaccional de sus nexos con otros países.Por su parte, Blinken es reconocido por favorecer el multilateralismo, lo que podría volver a posicionar a Estados Unidos como un actor importante en escenarios como la OTAN o Naciones Unidas, así como foros como el Acuerdo de París para el Cambio Climático. A todos ellos, Trump les mostró su desdén y no los priorizó.
“Para ponerlo simplemente, los grandes problemas que enfrentamos como país y como planeta, desde el cambio climático hasta la pandemia o la difusión de armamento no tienen soluciones unilaterales. Ni un país tan poderoso como Estados Unidos puede lidiar con ellos por su cuenta”, dijo Blinken este verano.
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El aparente elegido de Biden para llevar las riendas de su diplomacia fue subsecretario de Estado durante la administración de Barack Obama e ingresó al Departamento de Estado en la administración de Bill Clinton, quien gobernó de 1993 a 2001.
Según el New York Times, “se espera que sus extensas credenciales de política exterior tranquilicen a los diplomáticos estadounidenses y a líderes globales después de cuatro años de una política errática de Donald Trump y sus giros nacionalistas”.
Además de su experiencia como funcionario, Blinken ha estado cerca de Biden asesorándole en asuntos exteriores. En la comisión de Relaciones Internacionales del Senado, fue su principal asistente y cuando fue vicepresidente bajo Obama, fue su mano derecha en temas de seguridad nacional. Ahí, ayudó a desarrollar una estrategia para Medio Oriente, la cual dio resultados en algunos lugares, pero dejó vacíos en otros.