Insólito, el coronavirus llegó a la isla de Pascua, uno de los lugares más remotos del mundo

La preocupación crece entre sus habitantes porque cuentan solo con un hospital, no tienen médicos ni equipo especializado. Además, entre poco tiempo podrían quedar sin alimentos para subsistir.

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Foto: AFP.

Por N. Hernández / Agencias

2020-03-30 4:06:58

La paradisíaca Isla de Pascua, un territorio insular en medio del océano Pacífico, a unos 3,500 km del continente chileno, está en cuarentena desde el 19 de marzo. A pesar que en esa fecha no tenía ningún caso confirmado de coronavirus, el gobierno chileno decidió cerrar sus fronteras.

La protección estatal y la de los moais, los viejos guardianes de la isla, no fueron suficientes para evitar que el temido COVID – 19 llegara al territorio, considerado uno de los más remotos del mundo.

La preocupación se vuelve inevitable y ahora se teme por la salud de sus casi 7,000 habitantes porque no cuentan con suficientes insumos hospitalarios.

Lo insólito del caso es que a diferencia de otros lugares, incluido El Salvador, el virus no llegó por un turista de Europa o Asia, sino que fue un caso local.

“Tenemos un caso positivo (…) que no es posible trazar, que no corresponde a una persona que llegó de alguna otra parte recientemente a la Isla de Pascua, sino que es un caso originado localmente”, dijo Jaime Mañalich, ministro de Salud de Chile.

El anuncio del primer caso de COVID – 19 generó un termo casi generalizado entre la población de Rapa Nui, su nombre ancestral, no solo por encontrarse en un lugar de difícil acces y con limitados recursos médicos, sino como se dio el contagio.

“El hecho de que hay sido una persona local, sin contacto con visitantes a la isla, solo hace pensar que la enfermedad puede estar más extendida de lo que sabemos.Estamos en peligro como nunca en la historia. En este momento estamos en una gran cueva oscura”, dijo a BBC Mundo Pedro Edmunds, alcalde de la isla.

El hecho que el virus no pueda vinculare con una persona del extranjero significa que el virus ya pasó la fase inicial de los contagios y ha empezado a expandirse dentro de la comunidad, según explicó Tolbert Nyenswah, profesor de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Univeridad John Hopkins, Estados Unidos.

Otro aspecto preocupante es que el primer paciente confirmado cundo presentó los síntomas acudió l único hospital que existe en la isla y el resultado se conformó dos semanas después, tiempo suficiente para que se contagiaran otras personas. En la isla no se pueden hacer pruebas porque no hay insumos y deben de ser mandadas al continente, pero por las medidas giradas por el gobierno y la suspensión de vuelos, tampoco se pueden mandar.

Esta semana se captaron más de 30 muestras de casos sospechosos que aún no se han podido confirmar.

“No hay cómo enviar las otras muestras para saber si tenemos más casos o no, solo estamos sospechando. Deberíamos tener más casos. Estimamos que en este momento debe haber más de un centenar”, dijo el alcalde.

El gobierno de Chile dijo que tenía previsto un avión de las Fuerzas Armadas para llevar reactivos a la isla y poder hacer las pruebas, pero en la opinión de Edmunds, ya es demasiado tarde porque la isla y sus pobladores necesitan más que kits de pruebas para enfrentar el potencial brote que se viene.

En la actualidad, la isla cuenta solo con un hospital, previsto para atender a más de 10,000 personas, pero únicamente tienen tres ventiladores respiratorios, es decir que si al mismo tiempo se agravan cinco o seis casos, la situación se vuelve verdaderamente grave, según Edmunds.

Además, trasladar a los pacientes no es una opción porque Chile está a cinco horas en avión y el territorio más cercano es el de las islas Pitcairn, en Polinesia, a más de 2,000 kilómetros al oeste.

Además, la isla no cuenta con internistas o especialistas en ciudades intensivos que puedan asistir a los enfermos que necesitan de atención especializada, tampoco con epidemiólogos que puedan ayudar a diseñar una estrategia contra el brote.

“No tenemos Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), no tenemos Unidad de Diagnóstico Intensivos (UDI), especialistas en situaciones graves no tenemos. La isla no está preparada para esto”, dijo el alcalde.

Hasta el momento, el gobierno de Chile no ha tomado postura sobre los señalamientos de las autoridades de la isla, pero en días anteriores el ministro de Salud, aseguró que se tomarían “medida adicionales” dada “la situación de fragilidad geográfica y de infraestructura sanitaria”.

Medidas preventivas no detuvieron el coronavirus

El gobierno de Chile decretó cuarentena por 14 días para la isla el 19 de marzo, suspendió todos los vuelos a Rapa Nui, pero nueve días antes el primer caso ya había acudido al hospital por los síntomas, es decir, la medida llegó demasiado tarde.

También, 740 turistas quedaron varados dentro de la isla sin poder salir.

“Es una situación delicada porque ellos están en riesgo y nosotros también. Hemos hecho un trabajo titánico por atenderlos, contenerlos y alimentarlos, pero no nos podemos seguir arriesgando ni a ellos ni nosotros”, afirma Edmunds.

Sin embargo se gestionó con la aerolínea Latam la salida de los turistas, pero las autoridades de la pequeña isla creen que la situación sigue siendo desfavorable porque el virus ya está en la comunidad.

“Llevábamos semanas pidiendo que se cancelaran los vuelos, que nos pusieran en cuarentena para no poner a nuestra población en riesgo, pero la respuesta fue muy tarde”, afirma el alcalde.

La Isla de Pascua, que fue anexada por Chile hace más de 130 años, tiene una larga historia de reclamos y quejas de abandono institucional hacia el gobierno de ese país y ahora la crisis por el coronavirus solo ha profundizado los cuestionamientos.

Además del inmiente peligro del virus, el futuro de la isla es incierto porque su economía depende del turismo y sus habitantes se están quedando sin dinero por las restricciones. También les preocupa el tema de alimentación porque todo proviene del continente y ahora es casi imposible adquirir los alimentos básicos.