Para lograr seguridad para su hija adolescente, Rosario Yanira Girón de Orellana, de 41 años, optó por que juntas viajaran de forma ilegal hacia los Estado Unidos.
Según recoge latimes.com, la menor logró llegar con bien, pero su madre no corrió con la misma suerte, Rosario Yanira fue encontrada muerta entre la maleza del rancho Palo Grande, en el condado de Brooks, al sur de Texas.
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Entre pueblos y evadiendo a las autoridades, para ese momento Rosario Yanira, originaria de San Julián, Sonsonate, ya había viajado más de 2 mil 400 kilómetros desde El Salvador.
El maltrecho viaje inició 16 de marzo, alrededor de las 6 a.m., ese día Rosario se despidió de su madre y tomó camino con su hija. Les tomaría 15 días, antes de llegar a la ciudad fronteriza mexicana de Reynosa.
A sus parientes más cercanos ya les había comentado la preocupación por que su hija había crecido y el asedio de las pandillas en las cercanías de su casa había aumentado.
Durante el camino hubo comunicación con sus parientes, Rosario Yanira enviaba mensajes de texto a sus parientes, les decía el lugar donde se encontraban y las condiciones.
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El 2 de abril, Rosario le dijo a su hija que debían separarse, así la adolescente tendría más posibilidades de quedarse en Estados Unidos en caso de ser atrapada por la Patrulla Fronteriza. El hecho de ser menor y viajar sola le abriría alguna oportunidad.
El envío de mensajes continúo, pero esta vez Rosario escribía hacia El Salvador y sus parientes le reenviaban mensajes a la menor quien también se mantenía en camino.
El 26 de mayo, los parientes recibieron el último mensaje de Rosario, eso alertó a sus hermanos tanto en El Salvador como en Estados Unidos, y estos últimos emprendieron la búsqueda por medio de organizaciones relacionadas a la defensa de los derechos de los migrantes.
Volvieron a saber de Rosario Yanira, un hombre les escribió, les dijo que el grupo de indocumentados había dejado atrás, que solo se veía cansada y tenía un teléfono consigo.
También hubo otra comunicación con ese mismo hombre, el cual les proporcionó la ubicación de la mujer.
Para el 3 de junio uno de los hermanos y un tío ya habían viajado a la zona. Con el paso de las horas un ranchero, guiado por el volar de aves carroñeras, ubicó el cadáver, ya en descomposición.
No está claro la causa de muerte de Rosario.
