El huracán Iota se debilita a categoría 1 tras causar destrozos en Nicaragua, en El Salvador continúa alerta roja

La furia de Iota, que llegó a tener vientos de 250 kilómetros por hora, destrozó techos de viviendas, colapsó el tendido eléctrico e inundó decenas de calles en el Caribe norte de Nicaragua, donde tocó tierra la noche del lunes.

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Varias familias fueron evacuadas de las casas anegadas. Foto Twitter @ruraccansiuna

Por Agencia EFE

2020-11-17 6:34:54

El huracán Iota continúa debilitándose convirtiéndose en categoría 1, según el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en Centroamérica y República Dominicana, CEPREDENAC. Se prevé que en las próximas horas haya un rápido debilitamiento y se disipe el miércoles por la noche, informó la fuente en Twitter.

Durante las primeras horas del este martes, el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (CNH), dijo que el poderoso Iota, que llegó a alcanzar la categoría 4 -de un máximo de 5-, había perdido fuerza tras entrar en Nicaragua al degradarse a nivel 2 en la escala Saffir-Simpson.

El huracán, que ha causado graves destrozos en Nicaragua, se está movimiento hacia el este del país a una velocidad de unas 9 millas por hora (15 km/h), y se prevé que esta trayectoria se mantenga durante los próximos días.

El centro del huracán convertido en tormenta tropical, se internará en el norte de Nicaragua y posteriormente se moverá por el sur de Honduras, adonde llegará está noche o a primera hora del miércoles, según las fuentes.

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El pronóstico del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn), Iota afectará a El Salvador con vientos y lluvias tipo temporal, desde hoy. Según los pronósticos de Marn, Iota impactará a El salvador directamente como tormenta tropical, entre la madrugada de ahora y las primeras horas de la mañana del miércoles 18.

Las proyecciones advierten que el miércoles 18, Iota se ubicará sobre el nororiente del país y mantendrá abundante humedad sobre el territorio con vientos desde la madrugada, con velocidades entre 15 y 25 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora, siendo más sensibles en las zonas altas y descampadas. Además, “se prevé probabilidad media de caída de árboles, debido a la velocidad de los vientos y humedad en el suelo”.

Este lunes el ministro de Gobernación y presidente de la Comisión de Protección Civil, Mario Durán, elevó el nivel de alerta de naranja a roja en todo el territorio salvadoreño.

Actualmente, el fenómeno atmosférico mantiene unos vientos máximos sostenidos de cerca de 105 millas por hora (165 km/h) con ráfagas eventualmente más fuertes, a pesar de haber disminuido su categoría.

Se cree que el huracán se debilitará a lo largo del miércoles de forma rápida y que quede totalmente disipado en Centroamérica, donde probablemente acabará su recorrido.

La furia de Iota, que llegó a tener vientos de 250 kilómetros por hora, destrozó techos de viviendas, colapsó el tendido eléctrico e inundó decenas de calles en el Caribe norte de Nicaragua, donde tocó tierra la noche del lunes.

En un informe preliminar, las autoridades reportaron ráfagas de vientos fuertes, precipitaciones, caídas de árboles, de postes de luz y desprendimiento de techos, con daños aún sin cuantificar.

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Iota entró cerca de Haulover, en la costa caribeña de Nicaragua, donde habitan unas 350 familias con 1.750 personas, en su mayoría indígenas de origen miskito, una comunidad dedicada a la pesca artesanal y al turismo, y que fueron evacuados en su totalidad y en donde aún no se tiene ningún informe de los daños.

Iota sigue la misma trayectoria que el huracán Eta, que dejó más de 200 muertos y desaparecidos en América Central.

El codirector del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) de Nicaragua, Guillermo González, aseguró el lunes que lograron evacuar antes del impacto del huracán a más de 40.000 personas en 250 albergues, “y una cantidad bastante similar de casas solidarias, incluyendo iglesias”.

El punto en el que tocó tierra Iota está 15 kilómetros al sur de donde lo hizo Eta, también de categoría 4, el pasado 3 de noviembre.

Según cálculos de este país centroamericano, Eta dejó unas 1.890 casas destruidas y otras 8.030 con daños parciales.

Miles evacuaron 

Miles de personas fueron llevadas a albergues en América Central, mientras los gobernantes de la región acordaron formar un frente común para solicitar recursos internacionales que les ayuden a hacer frente a los daños causados por los dos huracanes.

Honduras, Nicaragua y Guatemala realizan evacuaciones desde la semana pasada, y el huracán afecta también a Panamá y a la isla colombiana de Providencia, que quedó incomunicada.

Al menos una persona murió en Providencia donde destruyó cerca del 98% de su infraestructura, informó el presidente colombiano Iván Duque en Twitter.

La temporada de huracanes en el Atlántico ha batido récords. Iota es la decimotercera de las 30 tormentas con nombre registradas este año que alcanza la categoría de huracán, lo que obligó a usar el alfabeto griego.

Honduras espera lluvias 

Las lluvias provocadas por Iota también azotaron al Caribe hondureño, y se espera que el martes caigan aguaceros en Tegucigalpa, donde barriadas pobres en los cerros de la capital están en riesgo.

La Fuerza Aérea de Honduras anticipó fuertes lluvias en la capital y en la norteña San Pedro Sula, capital industrial del país fuertemente golpeada por Eta.

Tanto Honduras como Nicaragua sufrieron los peores impactos de los últimos huracanes en áreas aisladas y pobres.

El noreste de Nicaragua, una región extensa y poco poblada, con habitantes de las etnias miskito, sumos, garífunas, además de creole y mestizos, sufrió el impacto de Iota sin haber terminado de asimilar los efectos del huracán Eta.

En Honduras, Iota provocó rachas de vientos y fuertes lluvias en los departamentos orientales de Gracias a Dios -de población miskita-, Colón, norte de Olancho y parte de Atlántida, según la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).

Según medios locales, más de 175.000 personas habían sido evacuadas desde el sábado, especialmente en zonas inundadas durante el azote de Eta en el Valle de Sula, cerca de San Pedro Sula.

Guatemala mantiene la vigilancia en las provincias de Alta Verapaz, Izabal, Quiché, Huehuetenango, Petén, Zacapa y Chiquimula, en las regiones norte, oeste y este, duramente golpeadas por Eta y aún con decenas de comunidades aisladas por derrumbes e inundaciones, según Yelson Samayoa, director del Instituto de Meteorología.

El Salvador y Panamá también declararon alerta roja en anticipo de los efectos de Iota.

Ante el doble embate de huracanes, los presidentes de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica clamaron este lunes por ayuda de la comunidad internacional para reconstruir sus países, durante un encuentro virtual.

El presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, presente en la cita, propuso reenfocar 2.500 millones de dólares del ente “para restablecer infraestructura, represas y construcción de vivienda social”.