La magistrada de la Corte Suprema de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg, un ícono progresista, falleció a los 87 años de edad tras una batalla contra el cáncer de páncreas, anunció el máximo tribunal este viernes.
Ginsburg murió “esta noche rodeada por su familia en su casa de Washington, DC”, indicó la corte en un comunicado.
En el mismo comunicado, el jefe del Tribunal Supremo de EE.UU., John Roberts, nombrado por el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009), rindió homenaje a la magistrada.
“Nuestra nación -dijo Roberts- ha perdido a una jurista de estatura histórica. Todos en el Tribunal Supremo hemos perdido a una compañera querida. Hoy guardamos luto, pero tenemos confianza en que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como nosotros la conocimos, una campeona de la justicia incansable y resuelta”.
Nominada por el expresidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg era la jueza de más avanzada edad de los nueve que conforman el Supremo y en los últimos años había tenido problemas de salud que habían forzado varios ingresos hospitalarios.
La jueza llevaba años luchando contra el cáncer: en 2009 superó uno de páncreas; en 2018 tuvieron que extirparle unos nódulos malignos de su pulmón izquierdo; y en el verano de 2019 reapareció el tumor en el páncreas.
El cáncer también le arrebató al amor de su vida, su esposo, Martin Ginsburg, fallecido en 2010.