Para el Vaticano y la iglesia católica casos de sacerdotes pederastas y ahora los abusos sexuales a monjas son escándalos históricos, sin embargo, advierten que se aproxima una aún más grande: los sacerdotes que son padres de niños y siguen ejerciendo su servicios.
“Es el próximo escándalo. Hay niños por todos lados”, dijo Vicent Doyle, un irlandés que es hijo de un sacerdote. Él descubrió su origen cuando tenía 28 años, hasta entonces desconocía que su padrino era su padre legítimo.
Después de darse cuenta empezó a investigar por qué su padre no lo había reconocido y descubrió que el Vaticano tiene una serie de directrices que aplica a los curras que se descarrían y tienen hijos. Este documento existe y no se permite su reproducción porque se considera secreto. Así lo admitió Alessandro Gisotti, portavoz del vaticano.
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“Puedo confirmar que esa guía existe. Es un documento interno”, dijo a The New York Times.
Los casos de pederastas, los abusos sexuales a monjas y los amoríos que rompen el celibato de los curas permanecen ocultos, son considerados secretos como los pecados, según publicación de Infobae.
Actualmente se cree que existen cerca de 50 mil hijos de sacerdotes en 175 países, según el sitio Coping International.
“Con respecto a los hijos de los sacerdotes, un padre debe de cumplir con sus obligaciones (…) y asumir las responsabilidades naturales que acompañan a los hijos paternos”, dijo en una ocasión el Papa Francisco.
También, en su libro Sobre el cielo y la tierra, escrito en 2010 cuando cumplía funciones de arzobispo en Buenos Aires, Argentina, el Sumo Pontífice aseguró que un cura que haya tenido un amorío podía seguir con su apostolado, pero uno que tuviera un hijo debía de renunciar de inmediato, ya que “la ley natural viene antes que su trabajo como cura”.
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El documento que se guarda celosamente en el Vaticano dicta una serie de procedimientos a seguir. Primero es necesario que el cura de “protección al niño” y después, el Vaticano pide al cura que “asuma sus responsabilidades como padre, dedicándose exclusivamente al niño”.
No obstante, el documento no deja claro si se pide o se ordena al cura dejar sus tareas como sacerdote y “asumir sus responsabilidades como padre, dedicándose exclusivamente al niño”.
Hasta el momento dejar el apostolado no se ha entendido como una imposición y queda a consideración de los sacerdotes hacerlo o no. Sin embargo, en la actualidad se está analizando si se impone la renuncia a quien no cumpla con sus obligaciones paternas. Hasta el momento no hay ningún mandato que los obligue a dejar su vocación porque el hecho no es considerado como “un crimen canónico”.