Al menos 40 salvadoreños varados Nicaragua iniciaron su retorno hacía San Salvador durante las primeras horas del viernes sin imaginar la infortunada y angustiante experiencia que estaban a punto de vivir.
El grupo de connacionales quedó sin poder regresar a El Salvador después que el gobierno restringiera el 11 de marzo el paso por las fronteras para prevenir la expansión del coronavirus.
Los salvadoreños se presentaron a las 3 de la madrugada en la embajada de El Salvador en Managua, y el autobús, escoltado con vehículos diplomáticos, partió con ellos cinco horas después.
En Somotillo, departamento de Chinandega, las autoridades de ese país los detuvieron y les solicitaron sus documentos migratorios, también la prueba negativa de COVID-19.
El grupo de salvadoreños está compuesto por personas de todas las edades y género; incluye niños, personas con enfermedades crónicas, algunos de ellos hasta con insulina en hieleras.
Tras más de 10 horas de alegar la no posesión de la prueba de COVID-19, el personal diplomático salvadoreño les sugirió por seguridad regresar a Managua, mientras el contratiempo era solucionado.
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Cuando ya iban de regreso hacia la capital nicaragüense, recibieron la notificación que podían abandonar Nicaragua, el autobús volvió para emprender de nuevo el recorrido hacia la frontera.
“No estábamos preparados para los cambios que hizo el gobierno de Nicaragua, en la embajada de El Salvador nos habían explicado que ya todo estaba listo”, comentó Vinicio Gamez.
Gamez permanecía en ese país por motivos laborales y planeaba regresar al país el día que inició la restricción de ingreso al país.
“Hemos pasado horas sin comer, la gente de la Cancillería que nos acompaña logró conseguir galletas y agua para comer, no había dónde comprar”, relata.
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Otro salvadoreño quien viaja en ese bus relató que pasó 67 días varado en Nicaragua, y que ya al final eran amigos quienes le proporcionaban comida, aunque habían días que se limitaba a una lata de atún.
“Se debe reconocer que el esfuerzo del personal de la Cancillería salvadoreña, han hecho todo lo humano posible por llevarnos a casa”, concluye Vinicio.
