Guatemala vive uno de los momentos más difíciles desde el inicio de la pandemia provocada por el Covid-19, y los médicos hablan de la cruel práctica a la que someten a los pacientes ante la falta de medicamentos.
De acuerdo con CNN, ocurre en el Hospital Temporal Parque de la Industria, situado en la capital de ese país, y doctores, bajo la condición de no exponer su identidad, confirman el momento y la razón de tal procedimiento.
"Es difícil ver que un paciente ya comenzó a deteriorar y no tenemos la oportunidad de pasarlo a intensivos, por que no hay camas, por ejemplo, y solo verlos deteriorar sin poder hacer nada, estamos con las manos atadas", comenta el médico.
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Además, explica que ante la falta de medicamentos (al parecer sedantes) ya han tenido que amarrar a los pacientes "para que estén, pues, más tranquilos y evitar que lleguen a extubarse o a retirarse el tubo que tienen en su garganta. Es como una de las opciones que hemos utilizado", expone.
Ante 4 mil contagios diarios
El 13 de agosto, ese país centroamericano sumó 407.564 casos y 11.006 muertos por Covid-19, en momentos que los contagios superan los 4.000 diarios.
Ese mismo día, el gobierno de Guatemala declaró estado de calamidad por 30 días, la medida, que restringe varios derechos constitucionales como la libre locomoción, fue implementada por el repunte de casos de Covid-19 vinculados a la variante Delta que es "más agresiva".
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El estado de calamidad también contempla la agilización de compra de insumos para atender la pandemia, establece precios mínimos y máximos para productos esenciales y prohíbe las reuniones masivas y espectáculos públicos, aunque se permitirán las manifestaciones que cumplan con medidas de higiene y distanciamiento físico.
En marzo del año pasado, cuando se registró el primer caso de covid-19 en Guatemala, el gobierno implementó un estado de calamidad que fue prorrogado por el Congreso a petición del Ejecutivo hasta inicios de octubre en medio de un plan de reactivación gradual de actividades comerciales y la reapetura de las fronteras.
El prolongado estado de calamidad incluyó un toque de queda, aplicado principalmente de la noche a la mañana del día siguiente, y en algunos casos durante 24 horas. Más de 42.000 personas fueron detenidas por infringir la orden.