Las autoridades hondureñas impusieron este lunes el toque de queda luego de informar de dos nuevos casos de COVID-19 confirmados, con lo cual ya son ocho los pacientes que han dado positivo a las pruebas en el país centroamericano.
Los nuevos casos fueron confirmados por la ministra hondureña de Salud, Alba Consuelo Flores, en una cadena nacional, acompañada por el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, y otros altos funcionarios.
El séptimo caso se reporta en la capital hondureña y se trata de una adolescente de 15 años, con nexo epidemiológico del primer caso, indicó Flores.
Agregó que el octavo caso positivo es de una mujer, de 28 años, también con nexo epidemiológico con el primer caso confirmado de coronavirus.
De esta manera se elevan a ocho los casos confirmados de COVID-19 en el país, enfatizó la funcionaria, quien exhortó a la población a “cumplir” las disposiciones establecidas por el Gobierno y tomar medidas de prevención en sus domicilios para evitar el virus.
Toque de queda
El toque de queda se ha decretado en el territorio hondureño por siete días y se ordenó “el cierre de calles” de la principales ciudades de Honduras, con mayor énfasis en Choluteca, La Ceiba y el Distrito Central, en el sur, caribe y centro del país, a partir de las 22.00 horas locales (04.00 GMT del martes), afirmó el ministro hondureño de Seguridad.
Pacheco indicó que agentes de la Policía Nacional realizarán operativos para “verificar que las personas requeridas justifiquen su permanencia en las calles”.
Agregó que durante el día permanecerán abiertos los supermercados, gasolineras, farmacias y la banca para que los hondureños puedan comprar los productos de necesidad básica.
La Policía hondureña también supervisará el cumplimiento a las restricciones del transporte público y, en el caso de vehículos particulares, solo se permitirá que se trasladen dos personas.