El coronavirus ha causado al menos 174,001 muertos en el mundo y en muchos países existe aún la duda en qué se debe hacer y cómo manejar los cadáveres de las víctimas de esta enfermedad.
Cada país ha tomado ciertas precauciones. En el caso de México las autoridades recomendaron no celebrar funerales ni practicar necropsias y además prohibieron los traslados fuera de la ciudad.
Mientras que en Honduras, en el departamento de Cortés -que concentra 70% de las muertes por covid-19- algunos pobladores han llegado a tomar machetes y palos para impedir el entierro de víctimas de la enfermedad, según la agencia Reuters.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando se tienen los cuidados necesarios y se realizan los manejos adecuados no debe existir temor al contagio de coronavirus.
“Salvo en casos de las fiebres hemorrágicas (como el ébola o la fiebre hemorrágica de Marburgo) y del cólera, los cadáveres no suelen ser infecciosos”, señala la OMS.
El organismo explica que solo los pulmones de los pacientes con gripe pandémica si se manipulan de manera incorrecta durante una utopsia si pueden ser infecciosos. Mientras que de otra forma, los cadáveres no transmiten enfermedades.
Eso no significa que el virus haya muerto con la persona, pues en el caso de enfermedades respiratorias agudas, los pulmones y otros órganos “pueden seguir albergando virus vivos”, relató la BBC Mundo.
Sin embargo, estos órganos se pueden liberarse a través de los procedimientos de autopsia que se hacen.
¿Qué se debe hacer con un cadáver infectado?
El cuerpo debe ser atendido por personal capacitado y protección adecuada para que lo preparen para el entierro o incineración.
La OMS tampoco censura que se puedan celebrar funerales pero recomienda que si se hacen, se haga con ciertos cuidados.
“Si la familia desea solamente ver el cuerpo, sin tocarlo, puede hacerlo siempre que tome en todo momento las precauciones normalizadas, en particular la higiene de las manos. Hay que dar instrucciones claras a la familia de no tocar o besar el cadáver”, establece la OMS.
¿Enterrar o incinerar?
La decisión dependerá de los familiares, aunque cabe señalar que en varios países los cuerpos son incinerados por medida preventiva.
“Está muy extendida la creencia de que es preciso incinerar a las personas que han muerto de una enfermedad transmisible, pero eso no es cierto. La incineración es una cuestión de elección cultural y de disponibilidad de recursos”, menciona la OMS.
Ya sea que se entierre o sea incinerado, quienes manipulan el cadáver deben estar protegidos con guantes, mascarilla y seguir con las medidas preventivas como el lavado de manos.
Plan para responder ante el virus
Sin embargo, el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante el coronavirus (2019 – nCov) considera que los cadáveres, cuya causa de fallecimiento es un virus respiratorio con potencial pandémico representa un riesgo de infección y por las costumbres de la población se establece que deben manejarse y transportarse en dos bolsas plásticas negras y ataúdes sellados, estos deberán ser proporcionados por los familiares del fallecido.
También el entierro de la persona debe de ser inmediato, no se permite la conservación de los cadáveres, preparación ni velación del mismo. Además, se deben de colocar tapones de algodón impregnado con hipoclorito de sodio al 0.05 % (lejía) en los orificios naturales del rostro como nariz, boca y oídos. Además, cuando el cadáver esté dentro de las bolsas negras debe de tener un distintivo con signos de riesgo biológico.