“Completamente calcinados” quedaron los pasajeros de un autobús del transporte público que sufrió un accidente en horas de la madrugada de este martes cuando transitaban por la autopista en el oeste de Bulgaria, cerca de la ciudad de Bosnek, a unos 40 kilómetros al sur de Sofía, detalló el ministerio del Interior de Bulgaria, a los medios locales.
La tragedia habría cobrado la vida de 46 personas entre ellos 12 niños que se encontraban a bordo de la unidad de transporte cuando chocó con una barandilla, acto seguido se produjo una explosión, las llamas del siniestro destruyeron el vehículo por completo.
Aunque las autoridades continúan investigando las casusas del percance esta es la primera versión de los hechos, en el autobús se encontraban dos conductores autorizados.
Las autoridades señalaron que el accidente se registró alrededor de las 2:00 a.m. de la madrugada hora local, exactamente sobre la autopista “Struma”, que conecta Sofía con Blagoevgrad, ruta que conducía el autobús con dirección a la frontera con Macedonia del Norte.
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Según información recabada por la prensa local las personas estaban viajando de una visita turística a Estambul, Turquía, cuando sufrieron el percance.
En las noticias locales se mostraron imágenes del chasis del autobús completamente consumido por las llamas. Las víctimas quedaron “completamente calcinados”, dijo Boyko Rashkov, desde el lugar del siniestro para la emisora BTV.
De los pasajeros solo siete personas lograron sobrevivir al accidente tras saltar del autobús, y fueron trasladadas de emergencia a un centro asistencia donde fueron internados y se encontraban “estables” con lesiones menores, así como quemaduras leves en el cuerpo.
Las autoridades correspondientes fueron informadas de inmediato de lo sucedido, debido a que los fallecidos eran originarios del norte de Macedonia, tras la noticia varios miembros del Gobierno, entre ellos el primer ministro, Zoran Zaev, y el ministro de Exteriores, Buyar Osmani, se trasladaron a la escena.
El ministro Osmani visitó a los sobrevivientes y confirmó que los pasajeros del autobús eran normacedonios de etnia albanesa.
Mientras tanto el primer ministro interino de Bulgaria, Stefan Yanev, calificó el accidente como una “enorme tragedia”.
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