Saudíes guardan silencio sobre paz entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos

El poderoso reino de Arabia Saudí ha manejado con cautela la nueva configuración de Medio Oriente. Sin embargo, EE. UU. e Israel le llaman a seguir los pasos emiratíes y hacer frente común contra Irán.

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En 2019, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salmán (cuarto a la derecha) se reunió en Tokio con Donald Trump (cuarto a la izquierda). EE. UU. presiona por un frente común contra Irán en Medio Oriente. Foto EDH / AFP

Por AFP

2020-08-17 7:52:40

La decisión de Emiratos Árabes Unidos (EAU) de normalizar las relaciones con Israel podría llevar a Arabia Saudí a profundizar sus furtivas relaciones con Israel ahora que el gobierno en Riad busca financiar su ambiciosa transformación económica.

EAU se convirtió el jueves en el primer país del Golfo en normalizar relaciones con Israel, tras un histórico acuerdo promovido por Estados Unidos, que abre la vía a acuerdos similares con otros Estados árabes.

Arabia Saudí, la mayor economía del mundo árabe, ha mantenido un silencio llamativo sobre el acuerdo, pero autoridades locales han insinuado que es poco probable que Riad siga los pasos de su principal aliado regional en un futuro cercano.

El yerno del presidente estadounidense Donald Trump y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, afirmó el lunes que convendría a los intereses saudíes normalizar sus relaciones con Israel.

Esto, dijo en conversación telefónica con periodistas, debilitaría la influencia del enemigo común Irán en la región y al final ayudaría a los palestinos.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo ayer que se trabaja en la creación de un corredor aéreo con Arabia Saudita para los vuelos hacia Emiratos Árabes Unidos, una medida en la línea de la normalización de las relaciones con Abu Dabi.

Aziz Alghashian, profesor de la Universidad de Essex especializado en la política del reino petrolero con Israel, dijo que la “normalización de EAU-Israel se presta a ampliar el ámbito de las relaciones indirectas entre saudíes e israelíes”.

Arabia Saudí, que alberga dos de los lugares santos más importantes del islam, hará cálculos políticos sensibles antes de formalizar el reconocimiento del Estado hebreo.

El reino del desierto ha cultivado lazos encubiertos con Israel en los últimos años, un cambio liderado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán pese a que su padre, el rey Salmán, ha apoyado a un Estado palestino independiente.

La animosidad compartida contra Irán y los intentos sauditas de atraer inversión extranjera para financiar el ambicioso plan de diversificación económica del príncipe Mohamed, Vision 2030, parece acercar más que nunca al reino a Israel.

Una parte central del plan Vision 2030 es NEOM, la creación de una megaciudad de medio billón de dólares en la costa occidental del reino, que según los observadores, necesita la pericia de Israel en sectores como la manufactura, la biotecnología y la ciberseguridad.

La creación de NEOM “necesita paz y coordinación con Israel, especialmente si la ciudad quiere convertirse en un atractivo turístico”, dice Mohamad Yaghi, investigador de la fundación alemana Konrad Adenauer.

Israel, “¿parte integral del futuro saudí?”

Arabia Saudí ha tratado de mantener su acercamiento con Israel fuera de la vista pública, pero no ha sido fácil.

En junio, una cuenta de Twitter verificada relacionada con la embajada saudí en Washington aseguró que el consejo de ministros saudí había acordado contratar la empresa de ciberseguridad israelí Check Point Software en NEOM.

La embajada lo negó después y se distanció de la cuenta.

Pero Marc Schneier, un rabino estadounidense con estrechos lazos en el Golfo, aseguró que el viceministro de Defensa, príncipe Khalid bin Salmán, le había dicho que Israel era “parte integral” para concluir Vision 2030.

Pese al silencio oficial, la prensa progubernamental saudí ha puesto a prueba la reacción del público con la publicación de informes abogando por estrechar lazos con Israel.

Observadores aseguran que Trump, que dio su apoyo al príncipe Mohamed tras las críticas que siguieron a la muerte del periodista Jamal Khashoggi en 2018, puede influir para hacer que el reino reconozca oficialmente a Israel.