El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, retornará a Roma tras las fiestas de Pascuas a petición del papa Francisco.
A criterio de Humberto Belli, sociólogo y exministro de Educación de Nicaragua, la salida de Báez es para salvaguardar la vida del religioso, ante las amenazas constantes que este recibía en Nicaragua, incluso, hasta con planes de asesinarlo, según revelación que hizo pública la exembajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, y confirmado esta semana por Báez en rueda de prensa.
Una conferencia de prensa, solicitada por el Papa, que ha pedido a los obispos que le expliquen al pueblo esta decisión. En esta, el cardenal Arzobispo de Managua Leopoldo Brenes reiteró a los presentes, “queremos que se informase con veracidad lo que hemos dicho”.
Ante el anuncio, Báez se apoyó del texto de la Biblia, de los Hechos de los Apóstoles, sobre las palabras que pronunció San Pablo a los presbíteros de Éfeso. Y de allí explicó la situación.
En primer lugar, dijo, no he pedido salir de Nicaragua. “Quiero dejar claro que mi corazón ha estado siempre aquí en mi tierra en mi patria y en medio de mi pueblo y mi corazón de pastor seguirá aquí en Nicaragua. Yo no he pedido salir, he sido llamado por el Santo Padre”.
Agregó que fue a Roma y que el Papa lo recibió de una manera muy afectuosa, muy fraterna, con un gran interés por su ministerio y por su vida, y también por la situación de Nicaragua. “Me escuchó con muchísima atención. Les manifiesto a ustedes con toda sinceridad, lo mismo que le dije al Santo Padre: En este momento experimento un gran dolor en mi corazón, un gran dolor de no poder estar físicamente en medio de mi amado pueblo nicaragüense, especialmente del Pueblo Santo fiel de Dios, para anunciarle con mi voz el Evangelio y para ofrecerle a través de la cercanía pastoral una palabra de consuelo y de profecía” explicó.
Sin embargo, para Belli, experto eclesiástico cree que la decisión papal tiene que ver con una agenda política.
Y es que Monseñor Báez que funge como obispo auxiliar desde el año 2009, se ha convertido en una de las voces más críticas de la pareja dictatorial conformada por Daniel Ortega y Rosario Murillo, lo que le ha valido ser víctima de ataques verbales y físicos y amenazas de muerte por parte de personas afines al régimen orteguista.
“Hay la posibilidad que haya una agenda política detrás de esta medida (…) El santo padre toma estas medidas en función de los insumos que recibe, y estos insumos vienen del exterior, normalmente de los canales diplomáticos, que en este caso es la Nunciatura” explicó.
De hecho, el escritor y exvicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez, también calificó en su cuenta de Twitter como exilio forzado la salida de Báez, lo que consideró “un duro golpe a la lucha por la democracia en Nicaragua”.
El exilio forzado de Monseñor Silvio Báez debemos reconocerlo como un duro golpe a la lucha por la democracia en Nicaragua, la que llegará de todos modos más temprano que tarde. #SOSNicaragua pic.twitter.com/QVROtqWeEx
— Sergio Ramírez (@sergioramirezm) April 10, 2019
Pero para miles de nicaragüenses, el religioso es una voz clara y coherente, que a la luz del evangelio, anima y acompaña al prójimo en esta convulsionada etapa que viven, acompañamiento que el mismo obispo dice continuará en la distancia a través de la oración.
Mons @silviojbaez aunque esté ausente por un tiempo no se va de Nicaragua porqué está en el corazón del Pueblo de Dios.y en el despertar cívico en busca de Libertad. @jbaezni @xiskya @mmanticac @carmelitequotes @vaticannews_es @ReligionDigit @CENicaragua @Pontifex_es @laprensa pic.twitter.com/MmfcRhBtSl
— Luisfelipe Baez (@BaezLuisfelipe) 11 de abril de 2019
