El cuerpo de la abogada Rebeca Santamalia fue encontrado sin vida, el viernes pasado, en la casa de su supuesto asesino en Zaragoza, España. Se trata de José Javier Salvador, quien desde el 2017 quedó en libertad tras una condena por haber asesinado a su esposa en mayo de 2003 en la localidad de Puebla de Híjar, en Aragón.
Dieciséis años después del asesinato de su esposa, el hombre volvió a cometer un crimen, esta vez, asesinando a Rebeca, quien fue su abogada defensora durante un proceso judicial para salir unos años antes a los que la condena determinaba.
Al parecer la mujer terminó sosteniendo una relación sentimental con el sujeto.
Según el medio El País, el asesinato de la abogada se dio a conocer después que su esposo interpusiera una denuncia sobre su desaparición, fue así que tras investigaciones encontraron el cuerpo de Rebeca en la casa de José Javier.
La relación entre la víctima y el asesino pasó de ser profesional a sentimental, por lo que el delito se ha manejado como doble feminicidio. Sin embargo, esta vez el asesino no tendrá un juicio.
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Hasta el momento se han perforado algo más de 15 metros del pozo vertical a un ritmo de 3 metros por hora.
José Javier salió de su casa el mismo día del asesinato con una fuerte suma de dinero y sin documentos, agentes lo encontraron en el camino pero él huyó y se lanzó al vació desde el puente Teruel, Zaragoza, España. El hombre perdió la vida en el hecho.
Mató a su esposa en 2003
José Javier Salvador, mató a su esposa en 2003, Patricia Maurel de 29 años y con tres hijos en común, en ese entonces ella se postulaba como candidata del PP en La Puebla de Híjar, Teruel, pero su esposo la mató con 9 disparos días antes de las elecciones en las que competía.
El hombre trasladó el cadáver de su esposa a un campo de cultivo cercano y lo dejó allí abandonado.
El caso indignó a la población de la localidad y el mundo, el hombre fue condenado en 2005 a 18 años de prisión por la barbarie con la que mató a su propia esposa. Según El País, dos de nueve disparos fueron en la frente para asegurarse de que no sobreviviera, y 16 años después conoció a quien sería su segunda víctima.