La embajadora de El Salvador en Washington, Claudia Canjura monitorea el recorrido de las caravanas de salvadoreños que atraviesan México – luego de salir de nuestro país hace dos semanas. Éstas se acercan a la frontera sur de Estados Unidos donde han adelantado sus organizadores que pretenden hacer peticiones de asilo masivas.
Cuando la primera caravana que partió de Honduras con unos 7 mil integrantes a finales de octubre, y un primer grupo que ya está plantado en la frontera en espera de saltar el muro divisorio con México para cumplir su objetivo, la diplomática revisa las pautas de este fenómeno que le ocupa parte de su agenda en Washington.
Y no es para menos, cuando la primera caravana partió de Honduras y antes que se dispararan las alarmas en El Salvador con el agrupamiento del primer grupo de connacionales, al que le siguieron dos más, que en total suman unos 3 mil según estimaciones periodísticas, el jefe del ejecutivo estadounidense Donald Trump ya había advertido que recortaría fondos a la cooperación que recibe nuestro país y la región por no frenar estas migraciones irregulares.
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Para la embajadora, si bien esta declaración de Trump se toma con mucha seriedad, el paso técnico es la revisión de los programas de ayuda y en que nivel de ejecución están al momento.
Así descarta que de entrada haya un recorte brusco de esas ayudas, pues la gran mayoría de fondos están en niveles avanzados de trabajo y son las mismas agencias de cooperación de Estados Unidos en nuestro país, y sus contra partes locales, ajenas al gobierno salvadoreño, las que los ejecutan.
“Nosotros hemos tenido que revisar esas declaraciones del presidente de Estados Unidos, porque los países tienen derecho a tomar decisiones soberanas, pero cuando él (Trump) se refiere a reducir ayuda, entiendo que se refería a fondos que ya están apropiados, que han sido designados para nuestra región, que lo ha hecho el Congreso para apropiarlos, entonces no es como real la posibilidad de cortarlos; sin embargo, ellos podrían buscar un mecanismo para hacerlo”, dice la embajadora Canjura.
Pero con la nueva aritmética legislativa a partir de enero del próximo año en Estados Unidos, dado el resultado de las elecciones de medio término del 6 de noviembre que impusieron una recomposición en la Casa de Representantes, que estará dominada por los demócratas y el Senado que sigue en control republicano, la advertencia de Trump queda aún más aislada.
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La embajadora Canjura enfatiza que el gobiernos salvadoreño, que se encamina también a su recta final, ha revisado uno a uno los proyectos de cooperación que aunque no son operados por el ejecutivo, si tienen impacto en la vida nacional y de ahí el interés de tomarlos con el alto grado de seriedad que demanda.
“Como le digo, nosotros hemos revisado y realmente son fondos que ya están asignados, que de hecho ya tienen un nivel de ejecución, y la cooperación que El Salvador recibe no es ejecutada por el gobierno, es decir que no somos nosotros los que administramos los fondos, hay diferentes entidades a las que Estados Unidos le asigna esos fondos para que operativicen los diferentes proyectos, y que sí están en función de generar mejores oportunidades para nuestra gente”, puntualizó la embajadora.