Después de la fundación de la República Popular China, el estatus de las mujeres cambió de manera significativa y obtuvieron herramientas más sólidas para materializar sus sueños y demostrar sus talentos.
Probablemente, los conocedores de la cultura china han escuchado la frase “las mujeres sostienen la mitad del cielo”, la cual pone de manifiesto el importante valor de las mujeres y constituye además una fiel descripción de los cambios en el estatus social de las mujeres en China.
En la China antigua reinó el orden patriarcal y la supremacía de los hombres era una ley social. Hasta la época moderna, las mujeres siguen siendo sometidas al yugo de mentalidad arcaicas (Tres obediencias y cuatro virtudes) y subordinadas al padre, al esposo y al clan.
Sin embargo con el Movimiento del 4 de mayo, cada vez más mujeres empezaron a movilizarse y a perseguir su independencia y personalidad propia. Tomando parte activa en la corriente revolucionaria, las mujeres mostraron su coraje heroico y fuerza formidable nada inferior a la de los hombres. Viendo esto, el presidente Mao Zedong dijo: Sin la participación de las mujeres, nada se podrá culminar con éxito en el mundo.
Después de la fundación de la República Popular China, el estatus de las mujeres cambió de manera significativa. Bajo el lema “la mujer y el hombre de la nueva era son iguales”, las féminas obtuvieron herramientas más sólidas para materializar sus sueños y demostrar sus talentos. Así, emergieron las primeras mujeres ingenieras, científica, piloto, asambleísta, oficial y astronauta, entre otras profesiones.
Especialmente a partir de la reforma y la apertura iniciada en 1978, ha venido aumentándose el estatus de las mujeres chinas, quienes a su vez desempeñan un papel cada vez más importante en la construcción nacional y el desarrollo económico y social. She power (o potencial femenino) se ha convertido en un dicho de moda.