El Círculo Deportivo Internacional (CDI) realizó el fin de semana anterior una jornada de liberación de alrededor de 500 neonatos de tortugas marinas en la playa El Balsamar.
Esta actividad es parte de los esfuerzos que el CDI realiza por convertirse en el primer club verde del país y un ejemplo de conservación de los recursos naturales con los que cuenta El Salvador.
El presidente de la Junta Directiva del CDI, Remo Bardi, explicó que en esta actividad participaron alrededor de 250 miembros, pero que le han dado más protagonismo a los niños, a quienes se les quiere inculcar el amor, el respeto y la protección de las tortugas marinas y el resto de las especies que ofrece la naturaleza.
Al mismo tiempo, reconoció que la liberación de tortugas marinas es una respuesta a que, con el paso de los años, la población de estos animales ha ido reduciéndose.
Miembros del personal del club de playa El Balsamar fueron capacitados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) para poder construir un vivero que alberga los huevos de esta especie conforme a un manual de procedimientos para cuidar y mantener nidos de tortugas marinas desde el desove hasta el nacimiento.
“Queremos que todos nuestros socios respeten y amen la naturaleza. Dios nos ha dado esto tan bello y debemos agradecerle protegiéndolo”, concluyó Remo Bardi.
La actividad constituyó una gran fiesta para los socios del CDI. Después de la liberación de las tortugas hubo animación infantil, música en vivo y un menú especial para los asistentes.
El primer club verde de El Salvador
El presidente de la Junta Directiva del CDI aseguró que la liberación de neonatos de tortugas es solo una parte del esfuerzo que se hace para convertirse en el primer club verde del país.
Bardi indicó que se encuentran terminando la fases de producción de energía renovable y que los estudios para su implementación ya están hechos para evaluar la inversión que se realizará en este importante proyecto.
Además, a finales de agosto de este año, el Círculo Deportivo Internacional realizó una campaña de reforestación con un total de 315 árboles a ubicarse en las instalaciones del club y en la ribera de la quebrada La Mascota, la cual atraviesa buena parte de la ciudad de San Salvador, incluyendo las instalaciones del club.
La reforestación de quebradas con especies de bosque ripario tiene como objetivo la conservación, protección y utilización eficiente de los terrenos, como estrategia de mitigación ante los efectos de cambio climático.
El proyecto completo abarca más de 3,000 árboles adicionales que han sido sembrados en San Salvador y el club de playa El Balsamar.