Ángel Aldahir Mejía Morán tiene 8 años y cursa tercer grado en el Centro Escolar José María Cáceres y aunque es el más pequeño en el taller de robótica de su grado, su emoción por aprender es enorme.
El taller de robótica es uno de los cursos que más disfruta Ángel y sus compañeros, y más ahora que cuentan con seis kits nuevos de aprendizaje que la empresa Tigo El Salvador donó por medio de su “Programa Educar y Convivir”.
Karla Rivas, gerente de Relaciones Públicas y de Responsabilidad Corporativa de la compañía, detalló que Tigo realiza el programa en alianza con la Fundación Empresarial para El Desarrollo (Fepade) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
El apoyo al taller de robótica es apenas un componente del programa dentro del apadrinamiento escolar, ya que además se adecua un espacio de enseñanza, bajo un esquema de Internet educativo con conectividad para el centro escolar y para la casa de la cultura, todo por el periodo de un año.
El otro componente fuerte del programa es la construcción de 10 viviendas en la comunidad Buena Vista; conectividad en el centro escolar y en la casa de la cultura, también por un año.
Rafael Canales, maestro de Ciencia y Tecnología, explica a los estudiantes las piezas que componen el kit de robótica. Foto EDH / Jorge reyes.
La iniciativa cuenta con una inversión de $194,110.40, de los cuales Tigo y Usaid aportan cada uno #50 %, y se ven beneficiados el Centro Escolar José María Cáceres y el Centro Escolar Cantón Guadalupe.
El director del Centro Escolar, Edgardo Paredes, dijo que con este programa se está beneficiando a 1,200 estudiantes y a los 32 docentes que recibirán capacitaciones de cómputo.
Rafael Canales, maestro de los talleres de Ciencia y Tecnología, en el que imparten el de robótica, explicó que los alumnos necesitan este tipo de aprendizaje para que desarrollen más sus conocimientos y con el apoyo de este programa, se sienten más motivados.
El proyecto también integra un taller de valores, manejo de emociones, comunicación asertiva y resolución creativa de conflictos con estudiantes.
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Interesados en la robótica
“A mí me interesa mucho la robótica para beneficios que podríamos usar en el futuro, como en hospitales o con las ambulancias”, expresó Rodrigo Alejandro Grande, de 12 años, quien igual que sus compañeros de equipo asiste sin falta al taller.
Las niñas no se quedan atrás, Guadalupe Alarcón de 15 años y sus compañeras Josselin Fuentes y Liliana Portillo, de la misma edad, señalan que les atrae armar y programar, además de hacer que funcione un robot a través de la tecnología.
Rivas dijo que el “Programa Educar y Convivir” de Tigo El Salvador tiene una duración de un año, pero el centro escolar seguirá impartiendo sus talleres con el equipo donado y las capacitaciones recibidas en beneficio de los estudiantes.