El aprendizaje de un segundo idioma debe figurar en la lista de prioridades de todas aquellas personas con hambre de éxito y con el deseo latente de obtener grandes oportunidades.
Hablar otros idiomas, se vuelve un valor agregado al conocimiento, a las habilidades, competencias y capacidades propias de cada persona, por tanto, es fundamental auto incentivarse a aprender.
Algunos jóvenes y adultos desisten de este aprendizaje bajo la premisa que es demasiado tarde para adquirirlo, ya que idealmente debería realizarse desde la primera infancia, donde el cerebro es más flexible cognitivamente.
Marisol Alvarenga, directora de la Escuela de Idiomas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), considera que no hay edad para aprender un idioma y que todo depende de la actitud y de la motivación que las personas tengan.
“Un joven puede buscar motivación para estudiar otro idioma en el interés por realizar un intercambio o recibir una beca, un adulto en la oportunidad de crecer laboralmente y un adulto mayor, en el deseo de conocer otros lugares o visitar a familiares en otras ciudades donde no se habla español”, señaló.
En términos generales para aprender un idioma se necesitan de 6 a 8 meses, pero esto dependerá principalmente de las habilidades de cada persona y del empeño que pongan en ello.
Choque generacional, el nuevo desafío
Pasar la batuta de una organización es necesario. Trascender en el tiempo a través de las generaciones jóvenes siempre ha sido el punto de partida de la renovación empresarial.
Algunas personas desisten en el proceso de aprendizaje porque consideran que no tienen las capacidades necesarias para dominar otras lenguas, para ellos, la experta recomienda hacer un ejercicio de reflexión sobre qué es lo que no les ha permitido tener esa apertura para aprender.
“Es posible que por alguna experiencia que impactó sus vidas, ahora estas personas tengan una aversión por aprender un segundo idioma, se sientan bloqueados o con los ánimos bajos para continuar en el intento de manejarlo”, mencionó.
Es importante que descubran de qué manera aprenden, ya que todos tienen distintas habilidades y estilos de aprendizaje. Algunos son más visuales y otros más auditivos, por ejemplo.
En cuanto a si hay idiomas más fáciles o más complicados que otros, Marisol considera que eso dependerá de la lengua materna, ya que esta permite familiarizarte con sonidos propios de otros idiomas y producirlos de mejor forma.
“Dependerá también de las habilidades lingüísticas. Para algunas personas resulta más fácil aprender y lo hacen a mayor velocidad y para otras, no tanto”, argumentó.
En la actualidad, los idiomas más demandados a nivel mundial son el Mandarín, el Español y el Inglés, siendo este último el de mayor impacto en El Salvador.
El Inglés es más demandado a nivel laboral y su aprendizaje se ha convertido en una necesidad, aunque cada persona tiene objetivos diferentes y en este punto puede variar la prioridad que se le dé a aprender este idioma o algún otro.
“Aprender un segundo idioma es tener una experiencia de vida, es conocer otros mundos, te da muchas oportunidades de abrirnos al mundo”, finalizó la entrevistada.
Principales beneficios de aprender un nuevo idioma
• Tener acceso a información e investigación
• Actualizarse en el área de estudio.
• Oportunidad de viajar y vivir importantes experiencias.
• Crear relaciones de negocios.
• Crecimiento profesional.
• Conocer otras culturas y empaparse de ellas al máximo.
Una mujer, dos idiomas y grandes oportunidades
“Las puertas del éxito no las abre la suerte, sino tener la preparación necesaria en el momento en que llega una oportunidad”, Ivette Sigüenza.
Datos generales
Nombre: Ivette Sigüenza
Edad: 42 años
Estudios: Licenciatura y maestría en Administración de Empresas.
Cargo actual: Gerente de Operaciones de CEDEVAL.
Ivette Sigüenza es una extraordinaria mujer a la que sus años de formación, esmero y dedicación, le han rendido increíbles frutos.
Estudió Licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en donde también obtuvo una maestría en la misma especialidad.
En sus primeros años de educación superior se dedicó exclusivamente a sus actividades académicas y a su formación en el idioma Inglés.
Su primer contacto con el mundo laboral lo obtuvo a través de un interinato en el Banco G&T Continental, donde se desenvolvió en el área de tesorería y control de garantías.
Sus conocimientos en dicho idioma la llevaron a vivir una memorable experiencia en su vida laboral, ejerciendo como maestra de Inglés en el Colegio Cervantes.
Posteriormente, llegó a La Central de Depósito de Valores (CEDEVAL), ahí se desempeñó en el área de Operaciones, después pasó al área de Servicio Participante como auxiliar y obtuvo la jefatura de ese departamento.
En el 2004 la transfirieron al área de Operaciones y desde entonces y hasta la fecha se desenvuelve como gerente de Operaciones. CEDEVAL es una empresa a la que Ivette ha dedicado 19 años de su vida y en donde gracias a sus capacidades, habilidades y conocimientos en el idioma Inglés ha podido crecer a lo largo del tiempo.
Esta exitosa mujer siempre estuvo consciente que su formación sería la llave que le abriría grandes puertas, por ello, su carrera, su maestría y el aprendizaje del idioma anglosajón fueron una prioridad inamovible en su vida.
Tomó la decisión de estudiarlo porque con este conocimiento adicional estaría mejor preparada para un puesto laboral . “Mi papá siempre me decía que tenía que aprender todo lo que pudiera porque en algún momento me iba a servir”, expresó.
Ivette recuerda que en algún momento de su vida, alguien mencionó que el idioma Inglés era el lenguaje de los negocios y después de años en el mercado, ella lo reafirma.
“El inglés es oficial en varios países y por mi trabajo me ha tocado tener reuniones en algunos de estos, al llegar, me he encontrado con personas de diferentes nacionalidades y entre ellos, el idioma común es el Inglés”, mencionó.
“Siento que manejar este idioma es importante porque es comúnmente hablado y es lo que nos une para establecer relaciones, que en un momento determinado, pueden ser laborales, académicas o personales”, agregó.
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Siempre hay algo que aprender
La experta en finanzas menciona que una de las cosas que más disfruta del Inglés, es que se debe estar en constante aprendizaje, siempre hay algo nuevo entorno a él.
“Quizá algunas personas pueden afirmar que el Inglés es fácil porque los verbos no tienen una conjugación tan complicada como en el español o en el francés, pero en realidad siempre hay modismos o cosas que uno debe estar aprendiendo”, aseguró la profesional.
“La satisfacción que me da como persona manejar el idioma es que en momentos donde uno menos lo espera, te sirve, lo puedes aplicar e incluso ayudar a otras personas”, indicó.
Para convertirse en una persona bilingüe, Ivette tuvo que enfrentar algunos retos, uno de ellos fue el factor económico, ya que representaba un gasto extra para su padre.
Por otro lado, también se enfrentó a retos internos, entre estos, la disciplina y la dedicación.
Ambas actitudes fueron clave, ya que en más de alguna ocasión se sintió frustrada porque entendía a la perfección las estructuras, sabía leerlo, pero al momento de escucharlo se le dificultaba comprenderlo.
“Recuerdo que cuando llegue a los últimos niveles de la formación, llegó una profesora norteamericana que no hablaba absolutamente nada de español, su pronunciación era diferente, hablaba súper rápido y no le entendía”, dijo.
“Ya estaba en último nivel y no le entendía, me sentí un poco frustrada, pero ahí me di cuenta que un reto permanente para las personas que hablamos el idioma es educar el oído”, agregó.
Ivette considera que aunque se maneje el idioma es importante seguir en formación. Una de las técnicas que le resulta muy bien, es escuchar las lecciones de los libros con los cuales lo aprendió.
Entre las experiencias más significativas que le ha dejado el conocimiento del idioma, son los viajes personales y laborales y la oportunidad de tener un acercamiento con otras culturas a través de las personas con las que ha tenido la oportunidad de comunicarse.
“Que yo sepa hablar Inglés ha sido un plus para mi crecimiento profesional. El idioma es una necesidad, no solo algo que se desea hacer”, mencionó.
“La necesidad de hablarlo está en distintos ámbitos, en el profesional por las oportunidades de salir del país y hacer relaciones de negocios y en el académico por las becas o por la información que se recibe de otros lugares en este idioma específico”, argumentó.
Ivette considera que de no manejar el idioma inglés, se sentiría limitada y restringida, ya que no tendría la oportunidad de comunicarse. La profesional invita a otras personas a que se animen a comenzar con este aprendizaje, ya que abre muchas puertas y permite estar preparado para las mejores oportunidades.