Llegar a la edad de 100 años y sin complicaciones graves de salud no es nada fácil. Sin embargo, Joaquín Dimas, el abuelito que vive en el municipio de Ciudad Arce, La Libertad, ha demostrado que si es posible, para ello ha compartido con este medio cinco importantes pasos para convertirse en un centenario.
Lo primordial según Joaquín es una alimentación balanceada basada en frutas, vegetales y cereales, el centenario Arcense señaló que durante toda su vida siempre evito comer carne de cerdo y mariscos que dañarán su salud, como segundo paso enfatizó que desde su juventud dijo no al consumo de bebidas alcohólicas y el tabaco. Incluso dejaba a un lado las bebidas con cafeína.
La fiesta centenaria de Joaquín con sus 68 parientes en Ciudad Arce
Llegar a los 100 años sin complicaciones graves de salud no es nada fácil, sin embargo, Joaquín Dimas, el abuelito que vive en Ciudad Arce, ha demostrado que eso es posible. Padre de 12 hijos, abuelo de 21 nietos y bisabuelo de 35 quienes con el paso del tiempo se convirtieron en el motivo de su alegría.
Otro factor importante para convertirse en centenario es la actividad física y la practica de deportes individuales y de conjunto. A parte de la actividad el abuelito Joaquín señala que en sus tiempos de descanso se dedicaba a leer constantemente muchos libros, “el conocimiento da sabiduría para tomar buenas decisiones que afecten de manera positiva la vida”, enfatizó el centenario.
Como quinto punto pero no menos fundamental que los anteriores da un plus extra a la comunión con Dios, para Joaquín el orar constantemente por sabiduría para afrontar la vida con fe en Dios, es importante para tener una larga vida.
La vida del centenario Arcense:
Joaquín Dimas, nació un 18 de agosto de 1918, en el municipio de Comasagua, La Libertad, para luego convertirse en padre de 12 hijos, abuelo de 21 nietos y bisabuelo de 35 bisnietos, quienes con el paso de los años se han convertido en el centro de su alegría.
Amigos, miembros de la iglesia en la que se congrega y por supuesto su enorme familia, le celebraron el pasado domingo 18 de agosto su cumpleaños número 100, en la fiesta hubo mucha música, pastel y una piñata.
“Yo lo único que quiero es vivir feliz a lado de mi familia hasta que Dios me llame al descanso”, fueron las palabras del centenario Arcense al momento de pedir su deseo de cumpleaños.
Todo tiene un motivo, y la razón principal del porque su deseo es la vida llena de obstáculos y momentos difíciles que recuerda aún con exactitud.
A los ocho años, la vida le arrebato a su madre Gertrudis García, quedándose solamente a cargo de su padre, Mariano Dimas Martínez, quien para ese tiempo ya presentaba algunos problemas de salud, en ese momento a su corta edad don Joaquín se tuvo que hacer cargo de él trabajando en el oficio de la panadería y la agricultura.
Luis López, el artesano de las latas de Ayutuxtepeque
Joven emprendedor se ha dedicado por cinco años a comercializar en varios puntos de la capital obras de arte elaboradas con latas de gaseosas.
Al llegar a sus 30 años, don Joaquín, también tuvo que despedirse de su padre, enfrentando uno de los episodios más duros en su vida, que aún con el pasar de los años, sigue recordando con mucha tristeza.
Tras la muerte de sus padres y quedarse solo con sus hermanos, el centenario conoció a Julia López y decidió casarse, luego de 20 años de un fructífero matrimonio, don Joaquín vuelve a quedarse solo, su esposa lamentablemente también perdió la vida, “la amaba con todo el alma”, susurro al recordarla.
Lo más difícil que Joaquín ha tenido que presenciar es la muerte de la mayoría de sus hijos, quedando hasta el día de hoy solo con cuatro de los doce.
“¿Porque mis hijos se tienen que morir? ¿Porque yo los tengo que enterrar y no ellos a mi?”, comenta Joaquín que ha comentado en los funerales de cada uno de sus hijos.
Sin embargo, aun en medio de mil luchas, la familia de Joaquín esta agradecida con Dios por aun tenerlo con vida y gozando de buena salud.
“Me siento contenta por tener la dicha de conocer a mi bisabuelo, oportunidad que en nuestro tiempo es muy difícil tener. Él, siempre ha sido una gran bendición para todos nosotros. Cuando necesito un consejo el siempre me lo ha dado”, señaló Gabriela Dimas, bisnieta del centenario.