La taba, el tradicional juego de Santa Elena, Usulután, con el que los antepasados apostaban preciados tesoros
La taba según relatos de los habitantes del municipio era un juego solo para hombres, debido a que introducía a muchos a apuestas peligrosas, las autoridades tuvieron que sancionar a quienes lo jugaban, por lo que lo volvió clandestino.
Santa Elena se encuentra a 8 kilómetros de la cabecera departamental de Usulután, este municipio es conocido por el singular gentilicio de sus habitantes, "tabudos". Foto EDH/ Menly Cortez
Iglesia del municipio de Santa Elena, Usulután. Imagen de referencia. Foto EDH/ Menly Cortez
El juego de la Taba es la razón del gentilicio "tabudos" este es considerado por los habitantes como parte de los juegos tradicionales, la costumbre de este juego se ha perdido con el paso del tiempo. Foto EDH/ Menly Cortez
Para jugar taba, las personas conseguían partes óseas de lios bueyes, principalmente la parte de la rodilla. Foto EDH/ Menly Cortez
Según algunos habitantes este era un juego que se practicaba común mente los domingos, solo entre hombres, otros aseguran que no había día para hacerlo y que con el tiempo se volvió ilegal. Foto EDH/ Menly Cortez
El juego consistía en tirar el hueso, los participantes tenían de testigo "un juez" que anunciaba el resultado que era "carne o culo", este último era la sección redonda del juego. Foto EDH/ Menly Cortez
Nelson Reyes, habitante del municipio explica cómo se practicaba la taba " de niño logré ver como se jugaba, era un juego de apuestas para adultos, era emocionante" comentó. Foto EDH/ Menly Cortez
Según otros habitantes, la taba se volvió ilegal, durante la guerra Santa Elena fue muy afectado por los enfrentamientos, también fue escenario de masacres, según las personas mayores que recuerdan esta actividad, entre los pobladores se organizaban para jugar y tener quien estuviera al pendiente de si llegaba la guardia. Foto EDH/ Menly Cortez
Santa Elena es un municipio con riqueza de cuentos, leyendas y anécdotas, una de ellas tiene origen en su eco parque de donde se asegura era un yacimiento de agua abundante, donde habita un pez dorado grande, que hasta la fecha ha sido imposible de atrapar. También comentan que durante una época de hambruna cientos de peses brotaron y los habitantes pudieron saciar el hambre. Foto EDH/ Menly Cortez
