“Mi mayor satisfacción es ver que ellos se superen". El profesor Urrutia se dedica a dar clases a los niños del centro de San Salvador

Guillermo Urrutia fue profesor de fisica avanzada en la Universidad de El Salvador. Actualmente por las tardes imparte clases a los hijos de las vendedores del centro de San Salvador.
Foto EDH/ Francisco Rubio

En el predio Exbiblioteca ya "graduó" a cinco niños que ya saben leer y escribir. Por el momento se encuentra a los alrededores de la calle delgado.
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Detras de los puestos de venta informal del centro de San Salvador, el profesor Guillermo Instala una mesa para poder impartile clases a Bryan, quien esta aprendiendo a leer y escribir.
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Marlon de 16 años vende junto a su madre frescos y pan frances a un costado del Teatro Nacional.
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Marlon conoce al profesor Guillermo y cada vez que tiene alguna duda sobre matemáticas no duda en preguntarle. El joven comenta que gracias a el profesor comprende mejor los ejercicios.
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Marlen es madre de Elmar, uno de los estudiantes del profesor. Ella comenta que le preocupa el futuro de su hijo por lo que decidio acudir al profesor Guillermo.

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Elmar de 11 años aún no puede leer con fluidez. Durante sus clases en el instituto sus compañeros se burlaban de él, así que se había decidido a ya no estudiar más para evitar la burla de los demás.
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Con la ayuda del profesor Guillermo, ha comienzado a notarse más fluidez en su lectura. Elmar recibe clases junto a Diego, un niño muy simpatico que no lo molesta, en cambio, lo alienta a seguir practicando.
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El profesor Guillermo platicando con Marlen sobre el avance de Elmar.
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Durante la pandemia, Guillermo fue de casa en casa dando repasos a quien lo necesitara. Al tener la oportunidad de volver a salir no dudó en ir a las calles a dar repasos a todos los niños que lo necesiten.
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Bryan de 7 años disfruta aprendiendo con el profesor Guillermo, ya que comprende que muchas veces tienen dificultades y les tiene paciencia.
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A Bryan le gusta mucho la caricatura "Paw patrol" así que el profesor busca enseñarle dandole referencias de su caricatura favorita.

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Luego de las clases, el profesor Guillermo se acerca a las madres a explicarles las tareas que deben de completar si desean aprender a leer y escribir.
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Al profesor Guillermo las madres le dan $2 por las 2 o 3 horas impartidas pero este dinero le sirve para comprar alimentos o sodas como recompensa por el esfuerzo de los niños. En la fotografía se puede ver al profesor caminando con una bolsa con aguacates dentro, el cual fue el pago de una madre.

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“Mi mayor satisfacción es ver que ellos se superen”, concluye con una gran sonrisa el profesor Guillermo Urrutia.

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