"Me dijo que él tenía una casa vacía", Irma y Lucky ya tienen donde vivir luego de dormir en las calles de San Salvador
La vida de Irma Vásquez y de su mascota Lucky dio un giro inesperado gracias a la nobleza de un joven que puso su casa a disposición para que ya no durmieran en la calle. La mujer, originaria de Usulután, fue expulsada del cuarto en el que vivía a pesar de haber solventado el arriendo tres meses por adelantado.
Gracias a la solidaridad de un salvadoreño en los Estados Unidos, Irma y su fiel amiga, Lucky, no tuvieron que soportar las inclemencias de dormir en las calles del centro de San Salvador. Desde el anonimato el joven le ofreció una casa. Foto EDH/ Jonatan Funes
Vásquez llegó al centro capitalino el domingo en la mañana, con la esperanza de encontrar un cuarto en el que poder vivir junto a su fiel compañera, una pequeña perrita de nombre Lucky. Foto EDH/ Jonatan Funes
El 8 de marzo por El Diario de Hoy,varios salvadoreños se dispusieron a ayudarla. Entre ellos un joven salvadoreño que le llamó para brindarle refugio. Foto EDH/ Jonatan Funes
Delia Diaz (de camisa azul) le da la noticia a Irma que viene a buscarla porque se la llevara a la casa de su cunado para que la cuide y viva con Lucky. Al sentir temor y sin nada más que hacer decidió elegir a una de sus tres perritas, dos mudadas de ropa y el poco de dinero que tenía para iniciar su viaje a la capital. Foto EDH/ Jonatan Funes
Las personas llegaron a traerla a la plaza Barrios, en el centro de San Salvador, para llevarla a su nuevo hogar. Foto EDH/ Jonatan Funes
Irma va pendiente de Lucky en todo momento del camino en el carro. Cuando llegó a San Salvador no tenía dinero ni un lugar cómodo para dormir junto con Lucky. Foto EDH/ Jonatan Funes
“Un muchacho de Estados Unidos me habló y me dijo que él tenía una casa vacía y que si yo quería me podía quedar ahí con la perrita”, cuenta Vásquez.
El Diario de Hoy publicó su historia el 8 de marzo y gracias al altruismo de los salvadoreños, ahora Irma tiene un lugar seguro para vivir junto a Lucky. Foto EDH/ Jonatan Funes
La casa tiene agua potable, energía eléctrica, una pequeña cama y un comedor. Vásquez asegura que el joven, quien prefirió el anonimato, le ha ofrecido quedarse en la casa el tiempo que ella desee, con la condición que no abandone a Lucky. Foto EDH/ Jonatan Funes
Las muestras de apoyo para Irma Vásquez llegaron durante todo el día. Varios salvadoreños se acercaron a la plaza para entregar víveres, comida para perro e insumos de higiene personal. Foto EDH/ Jonatan Funes
Vásquez llegó al centro capitalino el domingo en la mañana, con la esperanza de encontrar un cuarto en el que poder vivir junto a su fiel compañera, una pequeña perrita de nombre Lucky. Foto EDH/ Jonatan Funes
“Yo estoy muy agradecida, yo ya me siento bastante bien. Yo lo que voy hacer es ir comprando mis cosas poquito a poquito, para hacerme de mis cosas”, afirma Vásquez. Foto EDH/ Jonatan Funes
Irma fue desalojada junto con su mascota injustificadamente del cuarto que alquilaba en Usulután, a pesar de haber pagado por adelantado el arrendamiento de la pieza. Foto EDH/ Jonatan Funes
Desde la publicación de su historia muchas personas se han unido para apoyarla con comida y artículos de primera necesidad. Foto EDH/ Jonatan Funes
Según el testimonio de Irma, el arrendatario justificó su desalojo porque ella gastaba mucha agua para lavar un corredor”. Foto EDH/ Jonatan Funes
"Yo vivía en un mesón en barrio la parroquia en Usulutan y había pagado tres meses adelantados y sin motivo alguno me pidió (el cuarto) Yo salí a comprar en la noche y me cerró las puertas", explica. Foto EDH/ Jonatan Funes
Debido a la prisa con la abandonó su antiguo hogar, Vásquez dejó todas sus pertenencias personales y a dos de sus tres mascotas y a pesar que algunas personas le han ofrecido ayuda para recuperar sus cosas ella asegura que prefiere no regresar. Foto EDH/ Jonatan Funes
