“¡Monociclo, monociclo!”, el grito que vecinos hacen a Carlos, el niño que vende huevos en Candelaria
Sobre una sola rueda y sosteniendo cartones de huevos en sus manos, Carlos Guevara, de 11 años, recorre las calles de Candelaria La Frontera, en Santa Ana. Esto lo hace para ayudar a sus padres económicamente.
Por René Quintanilla y Jonathan Tobías
2020-09-30 1:11:07
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Carlos Guevara, un estudiante de quinto grado, que recorre, en su monociclo, las calles polvosas y empedradas de Candelaria de La Frontera, en Santa Ana. Foto EDH/ René Quintanilla
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En una de sus manos sostiene, con firmeza, varios cartones de huevos que sus padres venden y él reparte a las personas que viven en esa comunidad. Foto EDH/ René Quintanilla
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Los baches y piedras, comunes en los caminos de Candelaria, no impiden que el niño lleve a cabo su ruta, lo hace casi como un juego, en su rostro se ve que se divierte. Foto EDH/ René Quintanilla
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Los vecinos de Carlos lo consideran un joven aplicado y altruista, por la forma en que ayuda a sus padres. Foto EDH/ René Quintanilla
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Ayudar a sus padres no impide que Carlos siga con sus estudios. Cada mañana, antes de subir al monociclo, toma sus lápices, cuadernos y se dispone a cumplir con las tareas de la escuela. Foto EDH/ René Quintanilla
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“Él hace todo lo que puede”, relata su padre. Vivir en una zona rural, rodeado de mucha pobreza, ha sido un desafío para el pequeño y sus padres, sobre todo cuando las autoridades de educación impulsaron las clases virtuales. Foto EDH/ René Quintanilla
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A su corta edad, el niño no gusta de jugar en un teléfono o dispositivo electrónico, prefiere salir con su monociclo en busca de “aventuras”, como les dice. Foto EDH/ René Quintanilla