Historiantes: una herencia que se lleva en el corazón
La danza y la devoción une la vida de padres e hijos. Los Historiantes son un grupo de baile que representa las batallas entre moros y cristianos, en una muestra fervor religioso. La Danza de los Historiantes no se pierde en el tiempo, gracias a la herencia cultural que los padres transmiten a sus hijos.
Idelfonso Gómez Chopín aprendió de su padre la “Danza de la Historia” de Apastepeque, en honor a San Sebastián Mártir. Ahora es acompañado por su hijo Cristian Josué Gómez,
Foto EDH: Jessica Orellana
Idelfonso Gómez Chopín aprendió de su padre la “Danza de la Historia” de Apastepeque, en honor a San Sebastián Mártir. Ahora es acompañado por su hijo Cristian Josué Gómez,
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Idelfonso Gómez tiene 15 años de ser parte de los historiantes de Apastepeque. Su hijo Cristian sigue los pasos de su padre.
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Trajes de vistosos colores, máscaras elaboradas de madera que datan de más de cien años de antigüedad y cascabeles que suenan en sus pies, son elementos que dan vida a una de las tradiciones heredada de generación en generación.
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En la ciudad de Apastepeque, San Vicente, los residentes aún mantienen con vida la tradición de la Danza de los Historiantes, como un recuerdo de las batallas que mantenían los moros y cristianos.
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Mario Miranda integra desde 1998 el grupo de los Historiantes. Junto a sus dos hijos, dan vida a una de las manifestaciones folklóricas más conocidas en nuestro país:
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Nelson Miranda, de 18 años, forma parte de los danzantes desde hace seis años. Su padre Mario fue quien le heredó el amor por la tradición y cada vez que la baila “se olvida de todo”.
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Víctor Moisés Cruz es el tamborero desde 1973 en Cuisnahuat, Sonsonate, sus nietos continúan su legado.
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Emerson Eduardo Gómez Moisés, de 11 años, y Gerson Ramírez Moisés, de 9 años, son parte del grupo y están aprendiendo la danza.
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Don Celio, de 56 años de edad, es quien lidera a los Historiantes de San Antonio Abad, en San Salvador. Además, ha enseñado la danza de La Historia en varios puntos del país.
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Con una gran experiencia en la elaboración de máscaras don Celio se ha covertido en un referente a nivel nacional e internacional.
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“Es un orgullo tenerlo a él, y a parte de ser mi papá, para la danza es mi profesor, y un buen profesor” dice Marvin López que tiene claro que seguirá la tradición que le enseño su papá.
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David Efrain Lopez es uno de los nietos que continúa la tradición asegura “que lo que más le gusta es bailar y que continuará con la tradición como su padre y su abuelo”.
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Don Celio López ha pasado 38 años de su vida manteniendo viva la tradición de la Danza de los Historiantes.
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A don Celio, que también es un conocido artesano de máscaras, le llena de satisfacción que sus hijos sigan los pasos de esta milenaria tradición.
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“Mis hijos desde pequeños se han involucrado y ahora son mis nietos y nietas los que siguen con esta tradición” expresó Celio López
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