Empezar a sustituir las sodas y bebidas carbonatadas por agua. El agua ayuda a la desintoxicación y la oxidación de grasa, hidrata, acelera nuestro metabolismo y mejora la condición de nuestra piel, cabello y uñas.
Incluir en nuestra dieta diaria las frutas, estás proveen al cuerpo vitaminas, minerales, agua y fibra.
La Organización Mundial de la Salud indicó que el consumo de carne roja semanal debería ser de 500 gramos, y según los científicos debe considerarse solo el consumo de 250 gramos.
Es importante tener una dieta que incluya carbohidratos: avena en hojuelas, quinoa, pan integral, pasta integral y arroz integral son excelentes opciones.
Las grasas son necesarias para el balance hormonal y para el buen funcionamiento del cerebro y del corazón. Algunas opciones son: el aceite de oliva, el aceite de coco, los frutos secos, el aguacate, las aceitunas, las semillas de girasol, el atún y el salmón.
Hacer ejercicio mejora nuestro humor, nos da energía, incrementa nuestra capacidad pulmonar y cardiovascular, desintoxica, fortalece nuestros músculos y huesos, previene enfermedades crónicas y nos relaja.