Aunque se encuentren instaladas mil cámaras de vigilancias y aunque haya guardias de seguridad y letreros pidiendo “no tocar”, algunos visitantes de museos se “pasan de listos” y hacen justamente lo que se les prohíbe.
En ocasiones muchas personas han sido sorprendidas tomando fotos con “flash” o, peor aún, tocando las valiosas obras de artes.
Un claro ejemplo de esta situación fue registrada por las cámaras de seguridad del Museo Gipsoteca Antonio Canova, en Possagno cerca de Treviso, al noreste de Italia.
En las imágenes se ve como un turista austriaco rompe accidentalmente un pie de la escultura “Paolina Borghese Bonaparte como Venus Victrix”, esculpida a principios del siglo XIX por el italiano Antonio Canova.
El video muestra el momento en que el hombre se sienta sobre la escultura, posando para una foto. Debido al peso del turista la pieza terminó quebrándose.
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En el material audiovisual se observa como el visitante se percata de inmediato que, por su imprudencia, provocó el desperfecto en la obra, sin embargo, se aleja tranquilamente del lugar sin denunciar lo ocurrido.
“Nuestros guardias detectaron el daño y dieron la alarma. La situación de emergencia se declaró de inmediato”, indicó el museo en un comunicado.
El turista fue identificado gracias a las cámaras de seguridad y al registro que su esposa llenó al inicio del recorrido, y aceptó su responsabilidad. Asimismo, dijo estar dispuesto a reparar el daño causado.
La obra perjudicada retrata a la hermana de Napoleón Bonaparte plasmada como la diosa Venus, concretamente en su advocación como Venus Victrix (Venus victoriosa), después de casarse con el noble romano Camillo Borghese.