Durante el confinamiento por COVID-19, muchas parejas no han perdido su deseo sexual. A pesar del encierro, buscan el momento propicio para la intimidad. Ante estos casos, muchos se preguntan: ¿qué tan riesgosas son las relaciones sexuales en estos tiempos de crisis?
El doctor español especialista en medicina sexual, François Peinado, sugiere que las relaciones sexuales se mantengan porque sus efectos pueden resultar beneficiosos para la salud. Asimismo, manifiesta que las prácticas sexuales son una forma de reducir la ansiedad.
“Para aquellos que no tienen síntomas y llevan aislados bastantes días, el sexo con precauciones puede ser una buena manera de divertirse, mantenerse conectado y aliviar la ansiedad producida por la situación de confinamiento”, añade el doctor Peinado.
Para evitar riesgos de contagio el galeno recomienda el uso del preservativo, y recuerda que el lavado de manos antes y después de una relación sexual es muy importante.
Para prevenir el contagio a través saliva, aconseja no besarse durante el coito e intentar posturas que minimicen la transmisión aérea como aquellas en las que una de las personas está de espaldas a la otra.
Peinado sostiene que, aunque no hay evidencia de que el COVID-19 pueda estar presente en las secreciones vaginales o en el semen, sí hay pruebas de transmisión oral-fecal, por lo que se debe evitar esta práctica.
Como alternativa a las relaciones sexuales, Peinado aconseja otras formas de expresar el erotismo como el sexting, las videollamadas, la lectura erótica y la masturbación.
Peinado advierte de que no deben tener relaciones sexuales aquellas personas que tengan enfermedades que puedan empeorar la infección por el COVID-19 (patologías pulmonares, cardíacas, del sistema inmune o cáncer), y por supuesto las que estén infectadas por el coronavirus.
Por su parte, la sicóloga y sexóloga clínica, Carmela Cobo, en declaraciones a Efe, señala que en muchas ocasiones el encierro y el hacinamiento también podría disminuir la cantidad y la calidad de los contactos sexuales. Ante estos casos, la especialista sugiere buscar la manera de mantener encendida la llama de la pasión, tomando en cuenta, por supuesto, las medidas higiénicas pertinentes.
“Es momento de reinventarse y echar mano de opciones que hasta ahora no habíamos barajado (…) Debemos alimentar nuestras relaciones de pareja, que además tienen que estar acompañadas de contacto y preocupación del uno por el otro, no se puede tratar solo de sexo. Si la relación de la pareja era buena, puede salir superfortalecida de esta situación, si era mala, posiblemente esto acabe por destrozarla”, apunta Cobo.
La sicóloga afirma que las relaciones íntimas fortalecen el sistema inmunológico, disminuyen la presión arterial, relajan, facilitan el sueño y son un potente analgésico.