La vida de las personas que protagonizan un meme cambia de un momento a otro, así lo han dejado claro András Arató, Chloe Clem y Kyle Craven, cuyos rostros aparecen en cientos de memes alrededor del mundo.
La experiencia de todos ellos fue diferente, acá te contamos cómo nacieron estas divertidas imágenes que seguramente haz utilizado en más de una ocasión.
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András Arató
Con 75 años recién cumplidos, este ingeniero eléctrico se convirtió en uno de los personajes más famosos del mundo de un día para otro. Según ha relatado en varias entrevistas, él asistió a una agencia para tomarse fotografías de stock que posteriormente serían utilizadas para fines empresariales, pero no fue así.
El húngaro retirado es llamado “Hide the Pain Harold” (oculta el dolor Harold) debido a su expresión facial y su sonrisa falsa. “Antes de hacer fotos en stock, trabajé como ingeniero eléctrico, mi especialidad es la tecnología de la luz. Un fotógrafo me contactó cuando vio mi cara de amargado en las redes sociales, esto fue hace 10 años”, expresó Arató en una entrevista con Buzz Feed México.
Explicó que fue varias veces a tomarse fotos dando vida a distintos profesionistas, como doctor, profesor, esposo, pintor, etc.
En varias ocasiones esta personalidad ha comentado que no supo que era un meme hasta después de su primera sesión fotográfica. Cuando comenzó a curiosear vio que su rostro había sido utilizado para diferentes campañas publicitarias. Cuando volvió a buscarse la evolución de sus fotos lo dejaron sorprendido.
“Al principio estaba horrorizado de haber encontrado los primeros memes, eran muy groseros o chistes de mal gusto. Quería recuperar todas mis fotos… pero no era una solución real, me tomó muchos años aceptar la situación, pero esto me trajo nuevas oportunidades”, señaló para el mismo medio.
Pronto no logró pasar desapercibido, todos querían una selfie con él, y esto le ayudó a superar el mal sabor de boca que tenía. Ahora todo ha cambiado para él, ha sido invitado a docenas de programas de televisión e internet, ha participado en anuncios de marcas reconocidas e incluso podría incursionar en el cine.
En YouTube se le puede ver en videos dando charlas motivacionales, según dijo hasta aconseja a sus seguidores en las redes sociales, “intento decirles a mis fans que deben ser felices, hasta en los momentos difíciles”.
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Cuando reveló su identidad y aceptó lo que ocurría, se convirtió en una persona muy feliz. Antes de la cuarentena en sus perfiles se le veía viajando y dando entrevistas. Sus premios científicos y sus altos cargos empresariales jamás la dieron la fama que tiene ahora.
Chloe Clem
Esta pequeña ni siquiera entendía lo que ocurría a su alrededor cuando se convirtió en uno de los rostros más populares en la web.
La familia Clem ha probado las mieles de la fama en internet desde hace varios años, primero gracias a la hija mayor Lily, quien fue una sensación viral tras ser grabada al momento en que sus padres le anunciaban que irían a Disney. El clip “Lily’s Disneyland Surprise” sigue acumulando vistas y seguidores desde que se publicó en el 2011.
Años después se repetiría la hazaña, la familia no solo iría a Disneylandia nuevamente, sino que filmarían el momento en que le dan la noticia a Lily y ahora a su lado su hermana Chloe.
El momento quedó plasmado en el video “Lily’s Disneyland Surprise….AGAIN!”, el cual también se encuentra en el canal de YouTube oficial de las hermanas Lily & Chloe, que ya tiene 260,000 suscriptores.
Al dar el anuncio, el gesto de Chloe pasó a la historia como el meme “WTF”.
“Éramos una familia normal, desayunábamos, veíamos caricaturas, paseábamos (…) En 2010 no teníamos una cuenta de YouTube o redes sociales, solo Facebook”, comentó Katie, la madre de las pequeñas, la menor siempre dice que no recuerda mucho de lo ocurrido.
Durante el viaje a Disney el video se hizo viral, todos querían fotografiarse con las niñas y las invitaciones a entrevistas no pararon. “En un minuto tu hija es una niña normal y en pocos minutos todo el mundo sabe quién es, es una locura, pero solo obtuvimos cosas positivas de esto”, añadió la madre de las hermanas.
“La segunda ocasión las redes sociales expandieron todo en dos años (…) y ella se empezó a darse cuenta hasta después, cuando había crecido, cuando la gente se le quedaba viendo cuando íbamos a restaurantes”, agregó.
Chloe ya tiene su propio Instagram y ha dicho en más de una ocasión que sus compañeros adoran su meme.
Kyle Craven
Su corte de pelo, su chaleco, su sonrisa y frenos dentales lo convirtieron en un fenómeno en línea inesperado, pero el protagonista del meme conocido como “Bad Luck Brian” es en realidad un constructor de iglesias llamado Kyle.
Si bien su imagen “llama a la desgracia” junto con frases deprimentes es un tipo normal que jamás pensó que su foto de la escuela secundaria, tomada cuando tenía 16 años, sería usada para ilustrar bromas del tipo: “Usa chaleco antibalas… recibe un disparo en la cara”, “Tiene una roca mascota… se escapa”, entre muchas otras bromas que le dieron popularidad a Craven.
Desde hace años su foto sigue siendo utilizada alrededor del mundo, y él supo la manera de encontrarle provecho, en un artículo del Washington Post Craven contó que ganó cerca de $20,000 en regalías por campañas publicitarias en Estados Unidos y en todo el mundo.
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La instantánea saltó a la fama después de que un amigo la subió al foro de Reddit en 2012 y conmovió a los demás usuarios, y se unió a las filas de otros cuyas imágenes se hicieron inexplicablemente famosas y se repitieron millones de veces.
Craven explicó que era el payaso de la clase e hizo la foto ridícula a propósito: compró el suéter en una tienda de segunda mano, se frotó las mejillas de rojo antes de posar y luego hizo una mueca estúpida.
De hecho, la imagen era tan tonta que el director de la escuela no la dejó en el último corte del anuario. Pero Craven y un amigo de la escuela, Ian Davies, tomaron una copia digital de la imagen que finalmente aseguraría su fama, aunque Davies tardaría seis años en compartirla con el mundo.
“Los días de fotografía siempre fueron días divertidos para mí”, dijo en una ocasión Craven, hoy de 31 años.