Las personas que disfrutaban de un safari en África, fueron testigos de una increíble escena del reino animal. Mientras paseaban en Chobe Park, de Botswana, y con cámaras en mano, se percataron de que una enorme pitón asfixiaba con toda su fuerza a un tejón mielero.
Los turistas miraban desde lejos y con impotencia como el tejón trataba de escapar “del abrazo mortal” que le propiciaba su depredadora. El pequeño mamífero luchaba por zafarse, pero el reptil lo mordía con la intención de inmovilizarlo.
Pero la historia, que era registrada por la cámara de Roselyne Kerjosse, tomó un giro inesperado cuando repentinamente apareció un chacal (un animal parecido al coyote) que comenzó a morder a la pitón. El tejón aprovechó la ayuda de su “amigo” para escapar de su atacante.
Sin embargo, la escena no terminó ahí, pues ambos mamíferos comienzan a agredir a la pitón mordiéndola y jalándola. Instantes después se une otro chacal que también ataca a la serpiente.
Después de la batalla, el tejón se arrastró a la serpiente muerta a unos arbustos cercanos y cuando los chacales intentaron arrebatársela, los asustó. Él no estaba dispuesto a compartir su comida ni con los que le salvaron la vida.
Según el portal dailymail, la señora Kerjosse, expresó: “Estaba muy decepcionada, porque el tejón de miel, a menudo descrito como valiente y tenaz, era uno de los animales que quería ver durante mi safari, pero no en esta situación.Sentí un gran alivio cuando el tejón escapó”.
La revista Scientific American publicó recientemente que el mamífero terrestre más agresivo del mundo es el tejón de la miel (Mellivora capensis). El Libro Guiness de los Récords también lo presenta como “el animal más temible del mundo”.
Los tejones mieleros viven en África y Asia, en las madrigueras que otros animales, como el cerdo hormiguero, dejan abandonadas. Y no son tejones. Se les ha llamado así por el parecido superficial con los tejones comunes (Meles meles) y porque les encanta la miel.
Los tejones de la miel utilizan garras, afiladas y potentes, para arrasar termiteros, romper el alambre que protege los gallineros y, especialmente, desgarrar panales.