La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) informó el 8 de marzo que se suspendían todas las ceremonias religiosas públicas en ese Italia hasta el próximo 3 de abril. Tal medida fue tomada siguiendo las instrucciones del gobierno de ese país ibérico. A raíz de esa orden, algunos sacerdotes transmiten por internet la celebración de la Eucaristía, mientras que otros han optado por oficiarla de forma privada.
Uno de los curas que decidió celebrar misa bajo esta última modalidad es el padre Giuseppe Corbari, párroco de la iglesia Robbiano en el pequeño pueblo de Giussano, en Lombardía, la región italiana más afectada por el coronavirus. Pero él le dio un giro a la forma de realizar la ceremonia: se le ocurrió la idea de pedirles a sus feligreses que le enviaran fotografías y selfis para que pudiera recordarlos en misa y orar por ellos. Pero la idea iba más allá. Al recibir las fotografías a través de medios digitales, las imprimió y las colocó en los respaldos de las bancas del templo.
“Esta idea surgió debido a una necesidad personal: tener que celebrar la misa solo fue algo bastante triste, incluso si la misa tiene su propia eficacia. Entonces, les pedí a mis feligreses que me dieran una foto, una selfi de ellos y luego las imprimí y las pegué en los bancos y en los asientos de esta maravillosa iglesia”, explicó el padre Corbari.
“Ahora, cuando celebro misa, tengo su compañía y me siento cerca de ellos”, expresó a la prensa internacional.
Hasta el momento, Italia ha reportado más de 27 mil personas infectadas con el COVID-19, de las cuales más de dos mil han fallecido y unas mil se han recuperado. Solo en Lombardía los infectados son más de 13 mil y más de 1,200 los fallecidos.
La pandemia ha provocado la muerte de once sacerdotes en Italia, siendo la diócesis más afectada Bérgamo, con seis fallecidos; seguida de Brescia con tres, Emilia-Romagna con uno y Cremona también con uno.
