Braiden Prescott fue diagnosticado con neuroblastoma cuando tenía dos años. Sus padres Wayne y Steph Prescott sabían que se trataba de un cáncer que dentro de pocos años terminaría con la vida de su pequeño.
La última noche del niño quedó grabada en una fotografía porque así lo pidió Braiden. Según el sitio virtual Infobae, en el último suspiro el niño alcanzó a decirle a su mamá: “Una foto, ahora”. Estaba en brazos de su padre, quien trataba de soportar el dolor que sentía. Luego, murió.
El hecho sucedió en Ince, en Manchester.
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Foto tomada de Infobae
La madre relató que mientras ella dormía al lado del niño, se asustó al escuchar que Braiden estaba ahogándose. “Se suponía que debía sostenerlo, pero no pude, entonces Wayne lo sentó sobre sus rodillas. Lo abrazó mientras yo estaba sentada a su lado sosteniéndole la mano”.
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El pedido de Braiden fue insólito, porque no hablaba desde hace varios días debido a los dolores que tenía en la mandíbula producto de los tumores. Steph tomó su teléfono móvil y disparó.
Foto tomada de Infobae
La muerte de Braiden ocurrió en septiembre del 2016, pero su familia decidió compartir la historia hasta ahora y la fotografía le ha dado la vuelta al Reino Unido.