Fotos EDH/ EFE
Los barcos para turistas parten del muelle de Mompox, el mismo de la película “Crónica de una muerte anunciada” (1987), basada en la novela homónima del nobel Gabriel García Márquez y que tuvo como protagonista a Ornella Mutti, en el papel de Ángela Vicario.
En el recorrido de hora y media por el brazo del Magdalena y canales con los que se conecta es posible ver distintas especies de aves de ribera, como garzas, pájaros como el martín pescador o el toche, palmípedos como el cormorán, o reptiles como la iguana y la babilla, una especie de caimán propia de los ríos de Suramérica.
Por las tardes se puede apreciar además una espectacular puesta del sol cuyos rayos parecen proyectarse sobre la ciénaga y el lecho del río. El cuerpo de agua, que invita a darse un chapuzón para refrescarse después de soportar un calor que ronda los 35 grados, recibe el nombre de Pijiño del Carmen, por la población que está en una de sus orillas.
Las excursiones para el avistamiento de aves hacen parte de un programa, el país es uno de los de mayor riqueza ornitológica del planeta, representada en 1,921 especies, 79 de ellas endémicas, que los turistas pueden ver en cada uno de los 32 departamentos en que está dividida Colombia.
El avistamiento de aves por el Magdalena y en la Ciénaga de Pijiño tiene la particularidad de que ofrece, además del paseo fluvial, la posibilidad de ver otros animales, como los reptiles.
Sin embargo, y pese al carácter silvestre de la experiencia, en algunas partes de la ribera se nota el avance de la frontera agropecuaria sobre las áreas boscosas y vacas que pastan a la orilla del río sobre las cuales vuelan bandadas de pájaros.