Los casos en los que la identidad de un menor de edad fue suplantada no son tan excepcionales. Y la idea de que los niños están fuera del alcance de este tipo de ciberdelitos está errada.
¿Sabías que el equipo de ciberseguridad de ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, ha intervenido en varios casos de este tipo ocurridos en diferentes partes del mundo?
Lo más alarmante es que lo que aparenta ser solo una breve experiencia desagradable es considerado un delito en muchos países.
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ESET recomienda que ante el robo de identidad de un menor de edad, sus padres o tutores legales procedan a interponer la denuncia ante las autoridades policiales, pues ese molesto episodio podría incidir de forma muy negativa en el futuro del pequeño.
¿Por qué? Por varias razones.
Los especialistas de esta compañía explican que una vez logran infectar los dispositivos de las víctimas, los cibercriminales extraen los datos personales almacenados en los dispositivos o navegadores de Internet; así, intentan robar nombres, direcciones, número de pasaporte o identificación; hay ciertos delincuentes que compran esos datos en la Dark Web y otros utilizan malware o tácticas de ingeniería social para engañar a sus víctimas.
“La ingeniería social consiste en engañar a las víctimas para que sean los mismos usuarios quienes proporcionen sus datos personales, ya sea haciéndose pasar por otra persona o fabricando un sitio web falso”, se detalla en artículo compartido por ESET.
Si recuerdas que hoy en día los pequeños suelen permanecer por horas en sus dispositivos, el riesgo se vuele aún mayor.
Y considerando que muchas veces los niños no tienen las herramientas o los criterios para diferenciar estas situaciones, los niveles de riesgo se duplican aún más.
“Quizá se piensa que los datos de los más pequeños no son de mucha utilidad. Pero cuando sean mayores, tendrán un historial crediticio limpio sin antecedentes penales, algo que los estafadores pueden aprovechar en beneficio propio...”, afirmó Camilo Gutiérez Amaya, jefe de Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Para que ayudes a tus hijos a estar prevenidos contra el robo de identidad, ESET te comparte varias recomendaciones.
1. Enséñale a no compartir datos de forma innecesaria. Conversa con ellos y verifica sus costumbres digitales, el tipo de sitios que frecuenta y las redes sociales que usa. Explícales que no es buena idea ingresar la dirección de casa u otros datos personales, así como no lo es el que acepten solicitudes de invitación a usuarios desconocidos.
2. Muéstrale cómo crear contraseñas seguras.
Esta costumbre debe extenderse a toda la familia. Las mejores son largas, difíciles de adivinar y únicas. También pueden aprender a usar un administrador de contraseñas. Otro detalle importante es que no deben reutilizar las contraseñas ya establecidas.
3. Protejan todos los dispositivos.
Establezcan como norma familiar que solo compartirán datos personales en línea cuando la conexión a Internet que utilicen sea segura. Esto quiere decir que solo lo harán cuando las redes Wi-Fi no sean públicas o confiables.
4 Desechen documentos confidenciales de forma segura.
Si hay que deshacerse de documentos viejos que contienen datos personales o importantes, hay que borrar esa información antes de botarlos. Y nunca olvides que los dispositivos de almacenamiento que ya no usas también contienen mucha información personal.
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5. Enseña a los más pequeños a identificar mensajes sospechosos.
También incluye los sitios web que son potencialmente peligrosos para los chiquitines. Es buena idea que consideres usar en casa un Anti-Phishing, como parte de una estrategia de seguridad. De esa forma, si alguien intenta acceder a un sitio con phishing, el antimalware lo advertirá
6. Denuncia el delito.
Si tu hijo o alguien más de la familia es víctima de robo de identidad debes acercarte a las autoridades para denunciar el ciberdelito. Muchas veces, este tipo de crimen tiene relación con el acoso cibernético y el atacante puede ser un conocido.