El Baptist Health South Florida nombra “Persona del Año” a salvadoreño ¿Cómo lo logró?

El Dr. Romeo Alfredo Majano Laínez se convirtió en el primer compatriota en recibir el galardón

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Dr. Romeo Majano Laínez. Foto EDH / Cortesía

Por Rosemarié Mixco

2018-09-02 5:20:26

El cardiólogo salvadoreño Romeo Alfredo Majano Laínez es líder en el Miami Cardiac & Vascular Institute de la Red hospitalaria Baptist Health South Florida, en EE. UU.

Por más de una década se ha entregado a su labor profesional y a la investigación de nuevas tecnologías que contribuyan a la salud de sus pacientes. Entre sus áreas de especialización se encuentran la enfermedad coronaria, la cardiopatía estructural y las intervenciones vasculares periféricas.

Ha destacado por su interés en el diseño y desarrollo de nuevos dispositivos médicos y, actualmente, cuenta con tres patentes de EE. UU., en dispositivos que están siendo codesarrollados en Alemania.

Está certificado en Medicina Interna, Cardiología, Cardiología Intervencionista y Medicina Vascular y Endovascular.En la actualidad, es el jefe del Servicio Cardiovascular y director Asociado del Laboratorio de Cateterismo Cardíaco del Miami Cardiac & Vascular Institute.

Su pasión y profesionalismo por su trabajo y la investigación le merecieron ser elegido “Persona del año” 2018, galardón que el Baptist Health South Florida viene entregando anualmente desde hace 57 años. “El honor de este año recae en un médico que ha hecho contribuciones particularmente significativas al South Miami Hospital y al Baptist Health South Florida”, destacó el comunicado emitido por dicha red hospitalaria.

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¿Qué significó para usted haber sido elegido como “Persona del año”?
Para mí ha sido un honor. Por más de 14 años, he laborado como director de Cardiología Internacionalista en nuestros hospitales, tratando de avanzar en excelencia, tratamiento médico invasivo y en el tratamiento de última tecnología en las diferentes tarjetas cardiovasculares.

¿Podría explicar en qué consisten las patentes que ha creado?
Tengo varias patentes en la United States Patent and Trademark Office (Oficina de Patentes de los Estados Unidos). Son multiinstrumentos para el uso de angioplastía coronaria y en el futuro uso de diferentes stents (un soporte tubular colocado temporalmente dentro de un vaso sanguíneo, canal o conducto para ayudar a la curación o aliviar una obstrucción) de diferentes materiales.

Estos mecanismos nuevos patentados podrían ser útiles para llevarlos al sistema cardiovascular y expandirlos de maneras nuevas y más eficientes de las que hoy tenemos. Estas patentes se desarrollan en Alemania, junto con una compañía europea. Pero sigo sometiendo ideas sobre nuevas maneras y nuevos instrumentos que aún no están patentados, pero ya están en el proceso, que a veces puede durar de dos a cuatro años enEstados Unidos. Las que he mencionado antes ya son patentes otorgadas, y ya están en desarrollo.

¿Cómo y cuándo surgieron estas ideas?
Han surgido en diversas ocasiones, pero bajo la misma premisa. Conociendo caso tras caso y enfrentando dificultades y diversas complicaciones. En el sentarse a pensar ¿qué pudo haber evitado esta dificultad? ¿Qué pudo haber evitado esta complicación? Y trasladar el pensamiento clínico de complicaciones o necesidades a soluciones.Esa ha sido la manera de pensar en estas patentes que no existían.

El cardiólogo salvadoreño durante la entrega del reconocimiento “Persona del año”, en abril pasado. Contiguo, imagen del galardón. Foto EDH / Cortesía

¿Cuánto tiempo le llevó desarrollarlas?
La primera patente que obtuve la otorgaron en 2014, tras un proceso de dos años. Subsecuentemente, se han ido otorgando las diferentes patentes de distintos instrumentos relacionados al tratamiento de arterias o válvulas del corazón. Sin embargo, estas patentes, por ser lo que la FDA llama instrumentos categoría uno, instrumentos que se utilizan para dejar implantes adentro del cuerpo humano, reciben mucho escrutinio y requieren mucho tiempo de investigación, antes de que puedan usarse en humanos. Entonces, el desarrollo de las patentes toma tiempo; es un proceso en conjunto con varias compañías y cada vez que se realiza es un proceso de aprendizaje, muy interesante, que conlleva aún más estimulación intelectual.

¿Se ha publicado información de estas patentes en alguna revista de medicina o ciencia?
Están publicadas, son públicas. Pueden verse en la United States Patent and Trademark Office, ahí aparecen todas las que han sido otorgadas y están protegidas, obviamente (…) Una de ellas está en desarrollo para poder usarla en humanos, proceso que se extiende por dos años y se realiza en estos momentos en Alemania. Transcurrido ese tiempo, se puede empezar a peticionar a la Comisión Europea el permiso para usarla en personas.

¿Espera que los resultados de sus investigaciones sean aprovechados en El Salvador?
Es una pregunta interesante. Acá entra el concepto de costo. En países en donde esto representa un detalle de gran importancia, como Latinoamérica o Asia, estos dispositivos nuevos vuelven los procedimientos más baratos y se vuelven accesibles a pacientes de otros países. Acá en Estados Unidos, también hay un gran interés por tratar de controlar los costos en los procedimientos quirúrgicos. (Las patentes) tienden a simplificar el procedimiento, ahorran muchos gastos, se ocupan menos instrumentos, menos materiales, pero sobre todo, son más seguros para el paciente. Además, disminuyen el tiempo de radiación y son más seguros para el médico que está realizando el procedimiento. Es decir, es mejor en cuanto a costo, representa mejoría para el paciente y es más seguro para ellos, e implica menos radiación para el médico.

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El salvadoreño dejó su tierra natal en los 90, en busca de la profesionalización. Asistió a la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Centro América en San José, Costa Rica, y completó su residencia en Medicina Interna en la Universidad de Miami, donde se desempeñó como Jefe de Residencia. Luego, completó su profesionalización en Cardiología y Cardiología Nuclear en el Houston Medical Center de la Universidad deTexas.Además, realizó una beca en Cardiología Intervencionista en el Texas Heart Institute, también en Houston.

¿Extraña El Salvador?
Sí, extraño a El Salvador. Es mi patria, mi país. Extraño las costumbres, a mi familia, mis amigos. Siempre tengo la añoranza de algún día poder regresar o visitarlo, como lo hago. Estoy muy orgulloso de mi país y de la idiosincracia del salvadoreño, basada en el trabajo, la honestidad y la dedicación…