Así es Psyche 16, la pepita de oro espacial que haría millonarios a los habitantes de la Tierra

Si se pudiera traer su riqueza a nuestro planeta y repartirla equitativamente, a cada uno le tocaría casi un billón de dólares. 

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Representación

Por Agencias - Enrique Carranza

2019-06-28 3:26:03

Científicos estadounidenses han localizado entre las órbitas de Marte y Jupiter un asteroide rico en oro, platino, hierro y níquel.

El cuerpo celeste, llamado Psyche 16, estaría a 500.000 millones de kilómetros de la Tierra, y tendría el tamaño del estado de Massachussets, unos 27,363 km².

La web informativa Oil Price calcula que el valor de la roca es de más de 700 cuatrillones de dólares,  superando por mucho la economía mundial, que es de 75 mil millones de dólares. Si se pudiera traer su riqueza a nuestro planeta y repartirla equitativamente, a cada uno le tocaría casi un billón de dólares. 

John Zarnecki, profesor y presidente de la Real Sociedad Astronómica de Reino Unido, considera que llevaría alrededor de 25 años obtener una “demostración conceptual” sobre si es posible extraer oro del espacio y medio siglo para comenzar su producción comercial”.

“Todo ello dependería de dos factores clave: su viabilidad económica y el desarrollo de nuestra tecnología espacial”, añadió.

Tras los orígenes de la Tierra

La NASA planea enviar en 2022 una nave a explorar ese gigante metálico, no obstante, dejan claro que la misión viene motivada por fines  científicos. Es más, los expertos aseguran que llevar este asteroide a la Tierra causaría un colapso mundial en la economía.

Los astrónomos de la NASA creen que Psyche 16 podría albergar secretos sobre cómo se formó nuestro planeta, en particular, su núcleo sólido. El centro de la Tierra nunca ha sido explorado y con la tecnología actual es imposible.

Además, estiman que  Psyche 16 no es un asteroide común, sino el núcleo sólido de un planeta que no llegó a formarse. Probablemente, durante la formación del Sistema Solar, dicen los científicos, impactó con otros objetos que destruyeron su exterior rocoso. Sin embargo, el núcleo de metal ha permanecido prácticamente intacto, algo extraordinario.

Armados con espectrómetros, imagenología multiespectral y magnetómetros, entre otros, los científicos estudiarían la composición del objeto, su campo magnético y su topografía, entre otros objetivos, con la esperanza de entender mejor el planeta que habitamos.