Daniela Guardado es mensajera del amor de Dios

Llena de una luz que contagia, Daniela es una niña que pasó por un proceso de cáncer en su infancia. Tras superar muchas pruebas, se ha hecho camino en el mundo del emprendimiento con la elaboración de slime. COn Lo que gana, apoya a los niños que están en tratamiento oncológico.

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Foto EDH / Roberto Molina

Por Walu Hernández

2020-03-23 4:30:04

A temprana edad sufrió los estragos del osteorsarcoma, un tipo de cáncer que afecta los huesos. Desde entonces le ha tocado enfrentarse al mundo con la ausencia de su pierna izquierda. En esa etapa adversa de su vida, Daniela encontró reflejado en los demás el amor de Dios. De ahí se desprende su fortaleza física y espiritual.

A los once años convirtió su afición por el slime (una masa elástica popular entre algunos niños y jóvenes) en un emprendimiento para ayudar a otros infantes que reciben sus tratamientos en el área de Oncología del Hospital Bloom y la Fundación Ayúdame a Vivir.

“Los cambios en mi estado de salud han sido los retos más difíciles a los que me he enfrentado, pero mi fe en Dios me ayudó a superarlos. Y, poniendo una actitud positiva y firme, me ayuda a ser feliz y continuar luchando”, afirma con un rostro lleno de optimismo. Un optimismo contagioso.

Su mayor satisfacción es ver lo lejos que ha llegado con su emprendimiento de slime. “Nunca imagine progresar tanto. Solo fue una idea para ayudar a los niños, pero nunca creí que fuera a tener el alcance que ha tenido”, dice Daniela.

Cuando le preguntamos qué consejo le daría a otros niños que buscan hacer realidad sus sueños, su respuesta fue: “Que sigan adelante, porque nada es imposible si uno así se lo propone. Hay mucha vida por delante y hay que aprovechar cada día y confiar en Dios”.

SU MOTOR
También le pedimos que nos dijera una frase que la motiva. Ynuestra sorpresa fue que esas palabras salieron de su propia boca durante su periodo en el hospital. “Voy a perder mi pierna pero voy a ganar mi vida”, y así fue.

Daniela continúa creyendo en el mensaje de esperanza y la misericordia de Dios que guardan esas palabras. Para ella, ser influyente significa ser un ejemplo para los demás. Alguien que sigue el camino sin importar las dificultades, siempre enfocándose en encontrar una solución.

Hablando de motivación, nos contó que la inspiran las mujeres decididas, luchadoras y guerreras. “Hay muchas mujeres con esas cualidades que han pasado por la misma situación de cáncer que yo pasé y a pesar de todo salieron adelante. Me gusta ese mensaje de vida”, afirmó.