Antes de pasar a formar parte de la Familia Real, la exactriz, Meghan Markle, compartía su estilo de vida a través de sus redes sociales y su blog “The Tig”, los cuales fueron eliminados después de su primera aparición pública con, su ahora esposo, el Príncipe Harry.
Con un rápido vistazo a sus publicaciones, sus seguidores podían tener una idea de los gustos gastronómicos de la duquesa de Sussex, algunos a los que ahora deberá renunciar, pero esta vez solo durante su embarazo.
Mariscos
Meghan describió el restaurante Sushi Park de Los Ángeles como uno de sus favoritos y dijo que la comida japonesa es la llave de una dieta saludable.
Sin embargo, las mujeres embarazadas deben evitar el pescado o mariscos crudos por posibles intoxicaciones o infecciones debido a los parásitos que puede tener el pescado crudo.
Quesos
En su cuenta de Instagram Meghan escribió que nunca había conocido un plato de queso que no le gustara, pero las cosas deberán cambiar ahora para la futura madre.
Durante la gestación no se deben consumir quesos suaves realizados con leche sin pasteurizar, entre ellos el feta, brie, Camembert, o los quesos que tienen “moho” como el roquefort.
Estos quesos pueden ser un caldo de cultivo para bacterias como la listeria, que puede provocar un aborto espontáneo, muerte fetal o enfermedades graves en un recién nacido.
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La noticia fue confirmada este lunes por el palacio londinense de Kensington, residencia oficial del matrimonio y de los duques de Cambridge.
Carnes
A Meghan le encanta combinar sus bandejas de queso con carnes frías y embutidos, pero estas pueden contener parásitos.
Durante los nueves meses, las embarazadas no deben comer carnes crudas o mal cocinadas, ningún tipo de embutido, a no ser que sea cocinado hasta que le salga vapor. Embutidos secos o ahumados crudos (el salami, prosciutto o pepperoni), como los que Meghan suele combinar en sus comidas.
Las carnes deben comerse bien cocidas, un termino medio o 3/4 no está entre las opciones para las embarazadas.
Batidos
Los jugos verdes son muy populares entre los artistas. Muchos los alaban y aseguran que les da una carga de energía como la cafeína, y lo consideran más saludable que tomar café.
Pero Meghan deberá despedirse de sus amados “smoothies” por un tiempo, ya que los jugos o zumos sin pasteurizar o que se venden como “recién exprimidos”pueden causar enfermedades producto de la bateria E. Coli.
Huevos
Una de las opciones favoritas de desayuno de la ahora duquesa de Sussex es un omelette con hierbas frescas, queso y tostadas.
Y aunque no hay prohibición para consumir huevo durante el embarazo, si debe tener cuidado que siempre estén bien cocidos para evitar la exposición a la salmonella, una intoxicación alimenticia causada por esta bacteria.
Lo que sí debe eliminar de su dieta son los postres o salsas caseras que contengan huevos crudos (merengue, mayonesa, ponche de huevo, helados, salsa holandesa, mousse de chocolate y aderezo tipo cesar).
Vino
No hay mucho que explicar del por qué el vino está fuera de la lista de alimentos y bebidas que puede consumir la futura madre.
Las bebidas alcohólicas no están permitidas debido a que afectan directamente el desarrollo del bebé.
Beber uno o dos vasos de vino a la semana durante el embarazo puede afectar el coeficiente intelectual del bebé, según informa un estudio, según un estudio realizado por investigadores de las universidades de Oxford y Bristol, en Reino Unido.
Por un tiempo Meghan deberá alejarse de su vino favorito, el Tignanello.
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