El ingenio, el buen sentido del humor y la “valentía” de Roberto Acosta una vez más quedaron en evidencia. En esta ocasión, fue a través de un video publicado en su cuenta de Instagram, donde expuso los dotes de peluquero que tenía muy bien guardados.
El presentador de Llévatelo utilizó como “conejillo de indias” a uno de sus hijos, quien, sin pensarlo dos veces, confió en las habilidades de su padre.
En el clip se ve a Roberto, antes de meterle la maquinilla a su retoño, promocionando su “nuevo trabajo”, del cual espera generar buenas ganancias.
“Bueno, ustedes saben pajaritos que la situación está bastante complicada, entonces yo necesito generar billetes. Las señoras ya saben que les puedo pintar el pelo, les queda lindo al estilo Shakira o como usted lo quiera. Quito la barba, también el mostacho…y ahora, quitaré cabello”, expresa acosta mientras señala a su hijo, quien luce con el cabello crespo y un tanto largo.
“¿Está listo hijo lindo? ¿Confías en mí?”, pregunta Roberto a su hijo, teniendo como respuesta un rotundo sí de parte de su niño. “Pues no deberías”, manifiesta el presentador de televisión.
Sin dudarlo dos veces, el presentador procede a meter la ruidosa máquina en la parte frontal de la melena de su retoño. Al retirar la rasuradora se ve como ha rapado una buena parte de la cabeza. “¡Nítido! Quedó guapo”, expresa el conductor del extinto programa A todo o nada.
El niño, al percatarse que le falta una porción de su pelo, se muestra sorprendido, pero luego deja escapar unas carcajadas. Y es que a él le pareció muy graciosa la “travesura” cometida por su famoso padre.
La escena que registra ese hilarante momento evidencia que fue hecha en complicidad y con el consentimiento del niño.
Junto al clip, Acosta les hizo saber a sus seguidores cuánto les cobraría por prestar este tipo de servicio.
“A $50 el corte, solo por cita. ¿Quién se apunta?”, escribió.
El material audiovisual generó más de 250 comentarios, muchos de los cuales expresaban el deseo de querer ver a niño con el corte de cabello completo.
“¿Cómo quedó al final el cliente? ”, “¡Noooo! ¿Por qué lo dejo así? ¡Tan lindos los colochos!”, “No se le vaya ocurrir cortárselo a Raquel” y “¡Grosero! ¿Y cómo le quedó pues?” fueron algunos de los comentarios.