El panorama legal para el príncipe Andrés se vuelve cada vez más turbulento. Tal parece que sus propios argumentos son los que le están jugando en contra pues lo incriminan con el traficante y explotador sexual de menores, Jeffrey Epstein.
En una reciente publicación del periódico londinense Daily Mail se publicó una investigación que realizó dicho medio y la cual prácticamente puso en jaque al príncipe Andrés.
“Nuestras devastadoras revelaciones siguen a una investigación que nos ha llevado a obtener testimonios de nuevos testigos, ver documentos sensibles, conocer el contenido de diarios y entrevistar a fuentes de alto nivel. Nuestras consultas nos han llevado desde Londres a Nueva York, Boston, Florida, las Islas Vírgenes de EE.UU, Sudáfrica y Australia”, asegura el rotativo.
El príncipe Andrés se colocó bajo la lupa de la justicia estadounidense luego del testimonio de Virginia Roberts (ahora, de casada, Virginia Giuffre). Quien lo acusó de haber mantenido relaciones sexuales con ella mientras era menor de edad en dos ocasiones, en marzo del 2001 en Londres y un mes más tarde en Nueva York.
En un intento desesperado por limpiar su imagen, el príncipe ofreció una entrevista Emily Maitlis para la BBC. Desafortunadamente fueron los mismos alegatos que emitió los que hacen dudar de sus coartadas.
Según relató Andrés, para la primera fecha de la que menciona su víctima, él aseguró que estuvo con su hija Beatriz, quien ese momento tenía 13 años. Ambos asistieron a un cumpleaños en una pizzería.
Pero al ser interrogada, Beatriz desmoronó la coartada de su padre. Pues ella dice no recordar haber asistido con su padre a dicha pizzería. Información que fue reconfirmada por una fuente cercana a la princesa.
La investigación del Daily Mail también reveló, que incluso la familia que habría organizado el cumpleaños aseguró no haber visto al duque de York aquel día ni hay fotografías en las que este aparezca, aunque reconocen que “entonces tomamos la decisión de no hacer fotos ni de Bea ni de lo que le rodease, pues parecía que había padres obsesionados con ello”.
Otro detalle que ha hecho tambalear la credibilidad del príncipe fue su propia agenda real que utilizó en su viaje a Nueva York. La segunda fecha que Virginia aseguró que fue nuevamente abusada por él.
Según la reconstrucción de la agenda que hizo el Daily Mail, el itinerario que Andrés tuvo ese día, incluye varias horas fueron marcadas como “tiempo privado”. Mismas que coinciden misteriosamente con la bitácora de vuelo del avión privado de Jeffrey Epstein.
A eso se suman los detalles que indican que el jet de Epstein despegaría ese mismo día de Palm Beach con destino a Teterboro, un aeropuerto privado a unos 20 kilómetros de la mansión que él tenía en Manhattan.
En la bitácora también se detalla la tripulación de aquel día. La cual estaba conformada por Virginia, Jeffrey y Ghislaine Maxwell.
Tras el escándalo que reavivó la investigación del periódico londienense, el príncipe Andrés planea tomar acciones legales en contra del medio.