Todo el mundo sabe que la belleza y la juventud son dos características de rigor en el mundo del entretenimiento, aunque en los últimos años la situación ha cambiado un poco, pero no lo suficiente.
Docenas de testimonios de cantantes, actrices y artistas femeninas en todas sus ramas han revelado cómo han sido tratadas en cada peldaño escalado para lograr un poco de reconocimiento, dejando con la boca abierta al público con sus declaraciones.
En una reciente entrevista, la confesión de Maribel Guardia se unió a las de muchas famosas que se han visto en situaciones penosas o vergonzosas por el hecho de ser mujeres.
En una de las emisiones del programa “Netas divinas”, de Unicable TV, la invitada principal fue la costarricense, quien reveló que al ir madurando la amenaza de un cierre de puertas era casi inminente.
Ella relató el momento en que un productor vaticinó su fin, porque supuestamente en el rubro del entretenimiento “a los 30 ya eres vieja”.
“Yo me acuerdo que una vez me lo dijeron, tenía yo 30 y me dijo un productor ‘ya estas vieja, tienes 30’ y yo… ¿Cómo? ¿que a los 30 la vida se acaba?”, expresó la actriz, quien a sus 61 años luce de 40.
Guardia comentó que no le dio importancia al comentario, y prefirió tomarlo con humor.
La famosa luce espectacular a sus 61 años
“Yo me moría de la risa, porque llegaba a los 40 años y me iba muy bien, a los 50 me iba de maravilla y ahora en los 60 me va de poca madre”, exclamó con risas la también cantante.
Y es que es de dominio público el hecho que ella es una de las “sesentonas” más hermosas del espectáculo, hasta el día de hoy nadie entiende cómo es que luce tan bella.
En ese mismo show hizo otras revelaciones un tanto fuertes, entre ellas que en su intento por querer aumentar su libido, su deseo sexual, casi termina usando peluca.
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“Estaba muy baja de la testosterona, y curiosamente la testosterona tanto en el hombre como en la mujer es la que da energía y deseo sexual”, relató la vedette.
Maribel acudió a un experto para que le realizara algunos estudios y así resolver el problema con algún tratamiento médico.
“Me mandó una dosis de testosterona, que te la ponen en la pompa (…) casi me quedo calva“, cuenta mientras ríe, “literal, iba caminando y se me caían los pedazos de cabello”.
“La energía fregona, pero calva”, manifestó entre risas, dejando claro que se debe tener cuidado con la ingesta de medicamentos.