¿Qué famosos no han caído preso en las adicciones? Muchísimas estrellas han revelado su dependencia al alcohol y a los estupefacientes, tanto que algunos no encontraron la salida y su muerte impactó al mundo, como Amy Winehouse o Whitney Houston; y otros son conocidos por sus constantes recaídas o por haberse alejado para siempre de ellas, como Rafael Amaya, Ben Affleck o Demi Lovato. Ahora, el actor mexicano Eduardo Santamarina habló abiertamente de su alcoholismo.
La entrevista de Yordi Rosado fue el espacio donde el famoso actor de telenovelas se abrió y compartió sus inicios en el alcohol y cómo fue superando esta adicción. Santamarina no dudó en tocar este tema tan íntimo y espinoso y afirmó que ni siquiera toma el rompope de la abuela, las cervezas sin alcohol o algún dulce que incluya un toquecito de licor, nada, para evitar caer en la tentación.
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Fue un brindis con una tasa de café entre el entrevistador y el histrión lo que propició el inicio de la conversación en torno a las adicciones e inmediatamente Rosado preguntó cuántos años llevaba sin probar "ni un chupe". El intérprete de Juan Domínguez Coral en la novela "Yo amo a Juan Querendón" reveló que más de dos décadas ha pasado "completamente sobrio".
Santamarina inició su afición a las bebidas embriagantes a los 15 años, y ese hábito lo arrastró hasta su etapa como actor. "Cuando empecé a trabajar como actor en Televisa, el alcoholismo comenzó a afectar mis llamados porque ya llegaba crudo, te vuelves tan cínico que llegas, y la juventud ayuda mucho, en vivo. Era terrible porque además tú te lavas los dientes, te bañas, chingo de perfumes, chicles, pero hueles a alcohol, y hueles de aquí a allá", explicó el reconocido artista.
Pero su adicción, en realidad, se debió a una situación que inició en su seno familiar. Su padre, un médico otorrinolaringólogo, era alcohólico y fue ahí donde fue absorbiendo el mal hábito.
Fueron muchísimas veces que el artista llegó alcoholizado a los sets de grabación. Él pensaba que podía manejarlo y que nadie notaría su estado, sin embargo, reconoció que en varias producciones le ofrecieron ayuda y le recomendaron internarse, pero no lo hacía. En una oportunidad, Santamarina relató que fue tal su estado que llegó la productora de la telenovela, quien también era psicóloga de profesión, lo mandó a su casa a descansar.
"Yo pensé que ya había valido madre, que me iban a correr. No me corrió, terminé la novela pocamadre, me dijo que cualquier cosa que necesitara y me dio unas gotitas como de homeopatía y me dijo ‘aquí estoy contigo, háblame, cuentas conmigo las 24 horas. Eso me pudo más, me sentí con la cola entre las patas”, añadió el actor, quien también reveló que perdió completa interés en su carrera.
Fue hasta que su padre entró a un centro de rehabilitación que él vio su problema desde otras perspectiva. "Llegué al baño con un trago, me vi al espejo, me lo tomé "de Hidalgo", me vi al espejo y dije ‘Gracias Dios mío que mi papá entró a la clínica’, a la semana estaba yo ya adentro", confesó el actor de 52 años.
